𝙈𝙔 𝙆𝙄𝙉𝙂 ➸ 𝘛𝘢𝘦𝘎𝘪ᵃᵈᵃᵖ

ventotto ✔︎

Jimin corrió hacia a arriba, jalando a Min con él. El menor quería quedarse al lado de TaeHyung, no quería estar solo, quería la presencia de su alfa.

Ambos omegas llegaron a la habitación donde se suponía Seokjin estaba. Cuándo entraron, vieron al omega llorando, abrazando a su cachorro el cuál estaba envuelto en una sábana de ceda color morada. Park y Min se acercaron al rubio y lo abrazaron. Yoongi sabía bien como se sentía Jin, estando lejos de sus alfas en tiempo de terror.

[...]

Las tropas de Daegu se acercaban cada vez más al pueblo de Seúl y aquello alertaba a los sirvientes que vivían en el castillo y que podían ver todo.

- Jungwoo, Taeyong. - llamó el rey Kim - Necesito que vayan al pueblo y que les avisen a todos de lo que está pasando. - ordenó y ambos guardias asistieron corriendo a la salida.

Los guardias parten en unos caballos camino al pueblo, iban a avisarle a todos los pueblerinos que se cuidaran y no salieran de casa.

TaeHyung volteó a ver al gran castillo tras él, aquel que le pertenencia y en el que vivía. Suspiró pesadamente, sabía que venían por Yoongi, su omega pero no iba a dejar que le quitaran a su pareja, a su otra mitad, ni a su cachorro.

- Namjoon, necesito ir allá abajo. - le dijo al mayor sin mirarlo, su vista estaba pegada en la parte del pueblo que podían ver desde una de las ventanas de los pasillos.

- ¿Estás tonto? Si vas solo, te mataran. - el castaño dijo.

- No iré solo, llevaré a unos guardias. - el menor mordió su labio inferior.

- ¿Unos guardias? - Jungkook preguntó - Kim, es toda una armada, necesitarías llevar a todos tus guardias. - dijo el azabache.

- No dejaré que me quiten a mi omega, ellos vienen por Yoongi, ¿¡Qué no se dan cuenta!? - el menor empezó a gritar, desesperado.

- No se lo llevarán, porque no dejaremos que entren siquiera al pueblo. - gruñó NamJoon - Porque tampoco dejaré que ninguno de ellos se acerque al castillo donde están mi omega y mi hijo.

- Necesito decirle a Wooyoung que guíe a las tropas de Seúl y Goyang. - TaeHyung habló.

- Mira, ya están llegando abajo. - Jungkook apuntó hacia allá abajo y los tres reyes vieron como una armada completa se acercaba, cargando dos banderas, la de Seúl y la de Goyang.

- Yo necesito saber como está mi pueblo. - el pelinegro dijo.

- ¿Tu hermano no te ha dicho nada? - preguntó Jeon.

- Me mandó una carta diciendo que todos estaban bien, y que mandaría tropas hasta aquí.- Namjoon dijo.

- ¿Hace cuánto fue eso? - preguntó su cuñado.

- Hace una semana, y por eso estoy nervioso, no veo a mis tropas aquí. - dijo el mayor.

Namjoon iba a decir algo mas, pero vió que tras las tropas de Daegu se acercaba otra tropa. Cuando el azabache enfocó bien su vista, logró ver que llevaban cargando la bandera de Busan. El mayor sonrió satisfecho al ver a las tropas de Daegu rodeadas.

- ¡No tienen escapatoria! - festejó el mayor - Son tres contra uno. - sonrió esperanzado.

De un momento a otro, las tropas de los cuatro pueblo que estaban abajo, dejaron de moverse, ninguno hacia movimiento alguno. Los reyes pensaban que tal vez los capitanes de la guardia de cada pueblo estaban discutiendo, pero todo alivio se esfumó al ver como las tropas de Daegu comenzaron a avanzar rápidamente hacia las de Goyang y Seúl.

Las tropas de Busan se quedaron atrás, tratando de no atacar, hasta que los otros dos pueblos lo necesitaran. Veían como los guardias de Goyang y Seúl iban disminuyendo, indicando que Daegu empezaba a ganar, en ese momento, Busan atacó, haciendo que Daegu perdiera fuerza y vayan disminuyendo los guardias de tal pueblo.

Al final, quedaron unos pocos de Goyang y Seúl, una mayoría de Busan, y los pocos que quedaban de Daegu se iban. Ellos podían pensar que ya habían ganado, pero no era así, sabían que volverían en cualquier momento.

Y toda aquella pelea duró aproximadamente ocho horas, horas en las que ya había oscurecido y en las que los tres reyes se quedaron allí para vigilar como iba todo. Los reyes, agotados, se dirigieron dentro del castillo, donde los esperaba Jimin preocupado pero el pelirrosa tenía al cachorro de Seokjin brazos . El omega al notar la presencia de los tres reyes ya cansados, suspiró aliviado.

- Yoonie y Jinie quedaron dormidos. - dijo Park y los alfas de los omegas mencionados asintieron - Traje a HongJoong conmigo para que Jin pudiese descansar bien. - le dijo Namjoon, quien asintió comprensivo.

- ¿Y los sirvientes? - preguntó TaeHyung.

- En sus habitaciones, no se les dejó salir de allí durante el ataque. - JiMin habló, entregándole el cachorro a Namjoon y las acciones del pelirrosa fueron seguidas por la mirada de Jungkook.

- ¿Podrías prepararme un té? - preguntó amablemente el menor.

- Está bien... - suspiró el pelirrosa, sabiendo que los reyes estarian cansados - ¿Ustedes quieren algo? - le preguntó Park a los otros dos alfas.

- Yo también quisiera un té. - pidió Jeon.

- Yo no quiero nada, voy a ir arriba con Seokjin. - dijo Namjoon y se perdió de vista.

- JiMin... ¿Podrías llevarme el té a la habitación? Quiero ver a Yoongi. - Kim mordió su labio inferior.

- Si, pero Yoon se quedó a dormir con Jin.— le informó.

TaeHyung asintió y corrió hacia la habitación que compartían su hermano y alfa. Jungkook lo único que hizo fue seguir a JiMin a la cocina de aquel castillo.

TaeHyung llegó a la habitación de Jin y Joon, donde vió a ambos omegas dormir en la cama que estaba en medio. TaeHyung se acercó y cargó a Yoongi para llevarlo hasta la habitación que compartían ambos. El omega, al sentir el aroma de su alfa, despertó y sonrió al verlo.

- Supongo que vencieron a Daegu. - dijo el pelirojo.

- No diría que los vencimos, pero creo que por ahora no van a molestar.

Ambos llegaron a la habitación y el alfa depositó al omega en la cama, pero en cuanto TaeHyung se iba a dormir, la puerta fue tocada, y un sirviente entró. Éste tenía una carta en las manos, por lo que se la entregó al rey.

- Es... Una carta del rey de Daegu. - habló con miedo el hombre.

El rey tomó la carta y el sirviente se retiró, no sin antes hacer la reverencia. Kim abrió la carta y empezó a leerla.

- ¿Qué dice? - preguntó el omega.

- É-Él... Él dice que lo de hoy fue solo el inicio...