𝙈𝙔 𝙆𝙄𝙉𝙂 ➸ 𝘛𝘢𝘦𝘎𝘪ᵃᵈᵃᵖ

ventisette ✔︎

Había amanecido, Yoongi se despertó alegre pensando que podría ir a ver al cachorro recién nacido de Seokjin. El omega ni siquiera se cambió de ropa y se quedó en pijama por lo entusiasmado que estaba de poder ver al cachorro y a su cuñado. Cuándo el omega llegó a la habitación de Seokjin y Namjoon, logró escuchar el llanto del cachorro.

El ahora pelirojo tocó la puerta y Namjoon abrió la puerta, el alfa entendió a que venía el omega, por lo que lo dejó pasar a la habitación. Yoongi se sorprendió al ver que ahora el cabello de Jin era rubio, ya no violáceo.

— Hyung... Ahora es rubio. — Min abrió ligeramente su boca.

— Recuerda que te había dicho que el embarazo me cambió el cabello a violeta. — explicó el ahora rubio — Y que después del embarazo volvería a la normalidad. — sonrió.

— Espero mi cabello vuelva a ser rubio, aún no me acostumbro al rojo en mi. — rió.

— Jin, iré por el desayuno. — dijo el alfa para después salir de la habitación, dejando a ambos omegas solos.

— ¿Puedo cargarlo? — preguntó tímido el pelirojo.

Seok asintió, así que el menor se acercó al rubio. Jin le entregó con cuidado al cachorro y Yoongi cuando lo tuvo en brazos, sonrió. El pelirojo no pudo evitar pensar en como sería su cachorro al tener a HongJoong en brazos.

La puerta fue tocada, por lo que Seokjin dió permiso de que aquella persona entrara a la habitación. Yoongi se sorprendió al ver a Wooyoung entrar por la puerta.

— ¡Jin! Me enteré que tu cachorro nació.
— exclamó el alfa pelirubio.

— Así es. — sonrió el rubio.

— Veo que tu cabello volvió a ser rubio. — dijo el alfa riendo.

— Si, aunque me gustaba como era violeta. — Seokjin hizo un puchero.

La puerta se abrió y los tres en la habitación y vieron a los reyes entrar. Namjoon frunció el ceño y gruñó al sentir la presencia de otro alfa en la habitación cerca de su omega y cachorro, pero se tranquilizó muy poco al ver que solo era Wooyoung

— Tranquilízate, Namjoon, Woo no hará nada. — se burló TaeHyung.

— Pero es un alfa. — reclamó el alfa.

— ¡Namjoon! Conozco a Woonie desde que éramos cachorros. — Seokjin dijo — Somos amigos.

Namjoon terminó por aceptar que ese alfa esté en su habitación, pero eso no quería decir que le agradara la idea de que su omega esté cerca de él, pues como todo alfa, era sobre protector y celoso.

[...]

Los guardias estaban fuera del castillo vigilando los alrededores como hacían siempre, cuidando al castillo de intrusos. Uno de los guardias logró ver una gran tropa de gente acercándose al pueblo, pues como el castillo está en lo alto, se podía ver el pueblo y hasta el bosque cerca de allí.

— Jungwoo, ¿que estas haciendo? — preguntó otro guardia al ver atento a su compañero.

— Mira. — Jungwoo apunta a todos esos intrusos acercándose.

— Espera... ¡¡Son guardias de Daegu!! — el otro guardia gritó.

— ¿Cómo sabes? — preguntó Kim.

— Mira la bandera que están cargando.

Jungwoo volteó a ver, y efectivamente, había un guardia de allá abajo que cargaba la gran bandera con el logo de Daegu en ella.

— Jungwoo, ve a avisar al capitán Jung, yo iré preparando a los guardias.— ordenó el alfa.

— Está bien... — susurró Kim para después salir corriendo.

El alfa corrió por todo el castillo, fue hacia las habitaciones de la familia real y cuando pudo llegar, oyó la voz tan conocida de su capitán. El guarida sabía que esa era la habitación del hermano del rey, pero poco le importo, la guerra estaba cerca y las formalidades no importaban ahora, por lo que abrió la puerta sin ningún permiso.

— ¡¡Capitán Jung!! — gritó Kim.

— ¡¡Tú!! ¿¡Quién te dió permiso de entrar!? — el rey Kim regañó.

— ¡¡Por favor, es urgente!! — gritó Jungwoo y todos se callaron — ¡¡Viene una tropa completa de guardias de Daegu, Taeyong y yo los hemos visto acercándose al pueblo!! — dijo con desesperación.

— ¿¡Qué!? — Wooyoung exclamó comenzando a alterarse — ¡Vayan por todos los guardias!— ordenó el pelirubio.

— Lee ya se encargó, está preparándolos a todos. — Jungwoo dijo.

— ¡¡Que todos estén bien preparados, esto es la guerra!! — Wooyoung gritó y corrió fuera de la habitación.

Seokjin, Namjoon, TaeHyung y Yoongi estaban anonadados, no podían creer lo que estaba pasando. Decir que estaban asustados era poco, lo que rompió aquel silencio que estaba instaurado en la habitación fue el llanto del cachorro recién nacido, el bebé había sentido la tensión y preocupación de sus padres, por lo que empezó a llorar.

— ¿Qué vamos a hacer?— preguntó SeokJin sintiendo sus ojos aguarde y ganas de querer llorar abrazando a su cachorro.

— Esto es mi culpa... — susurró el pelirojo.

— No, no lo es.— su alfa habló.

— TaeHyung, llama a Jungkook. — Namjoon dijo, abrazando a su asustado omega.

TaeHyung salió de la habitación junto a Yoongi, el omega no quería separarse de su alfa, tenía miedo por lo que podría pasar. El alfa hizo una carta rápida para el rey de Goyang y le dijo a uno de los sirvientes que la enviara rápidamente.

El alfa iba a decir algo más a aquel sirviente, pero un guardia entró con rapidez y preocupación en su rostro, se notaba que estaba asustado.

— Su majestad, el rey de Goyang y sus tropas están aquí.— es lo único que dijo.

— ¿Qué... — preguntó confundido, pero fue interrumpido al ver a Jungkook entrar y tras él estaba Jimin.

— ¿Crees que no me daría cuenta que están aquí? Deben atravesar mi territorio para llegar a Seúl.— dijo con un poco de obviedad el mayor de los alfas.

— Jimin, ¿dónde estabas? — preguntó Kim.

— Fuí yo quien dejó entrar al rey de Goyang. — dijo con seriedad el pelirrosa, cosa que no se veía muy a menudo, pues ese omega era todo, menos serio.

— Jimin, quiero que te quedes con Yoon, Seokjin y el cachorro mientras estamos aquí.— Namjoon apareció diciendo eso.

El mayor asintió y arrastró al menor fuera de aquella sala, donde estarían los reyes planeando como poder atacar a las tropas de Daegu que estaban allá abajo, acercándose cada vez más para poder atacar al reino de Seul.

Ésta sería una de las guerras más memorables de toda la historia de Seúl.

[...]

Si ven errores avísenme, a veces no me doy cuenta aún si intento corregir varias veces.