SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.1.
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¿Que pasó con Eren?
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Luego de que el titán colosal destruyera la puerta del distrito Trost las cosas habían empezado a ponerse serias en el lugar, no sólo por la gente que debía evacuar sino por los soldados que morían a manos de los titanes que ahora habían tomado posesión del terreno y que estaban ocasionando grandes desastre a su pasó.
Era ver el infierno en la misma tierra, claro, sí es que la tierra no era considerada como el mismo averno en este preciso momento, sobre todo cuando los mismos cuerpo de más de un compañero contaba con la suerte de al menos aparecer por la mitad. Tenían mucha más suerte sí siquiera aparecían.
El aura del terreno era pesada, las energías eran completamente negativas después de que muchos abandonaran la zona apenas ver a los gigantescos hombres aparecer por el agujero. Muchos se habían rendido, escondido y quizás simplemente huido de algún destino en el cuál probablemente sabían que no tendrían buen final.
Aún que la mayoría lucho, muchos otros simplemente cesaron al ver los cuerpos inertes de sus compañeros, sí es que tenían suerte de ver sus cuerpo y no una escena seguramente traumática sobre los mismo siendo devorados completamente vivos. Se rendían escuchando sus gritos, súplicas sin saber que hacer y por ello, teniendo la carga de conciencia de no haber hecho nada.
Para suerte y sorpresa de los soldados, un titán apareció atacando a los de su misma especie sin siquiera dudar de sus acciones, aquel titán no tenía ningún tipo de interés por los seres humanos y por ellos incluso los ignoraba hasta el grado en el cuál ni los mismo cadetes tenían idea sobre lo que estaba pasando con ese anormal, pero definitivamente lo aprovecharían sin siquiera pensarlo.
—¡Esperen! Escuchen, tengo una idea.
Cuatro personas yacían en el tejado de una casa que estaba casi en ruinas, no era una zona segura, pero habían atacado y no les quedaba más que pelear a toda costa. Un acto heroico, ¿verdad?.
—¿Una idea?— Connie, un joven de cabellos grisáceos y ojos ámbar que ahora estaba completamente rapado fue quien preguntó aquello, estaba dispuesto a escuchar al rubio aún que se encontraba detrás de él.
—Es una operación de dos personas, por lo tanto ustedes deberán decidir quién se atreve a llevarla a cabo— exclamó él joven que parecía rendirse, era Armin, el más inteligente según varios de sus compañeros. —Sé que es demente, pero, ¿no podríamos usar a ese titán?
Observó hacia aquel titán de quince metros que había aparecido de la nada, hablaba como sí esa cosa emanara confianza y claro que los tres compañeros restantes lo miraron como sí el rubio hubiera perdido la cabeza. Tanto Connie como Mikasa dirigieron sus confusas miradas hacia la gigantesca figura que tenían a unos metros adelante, sabiendo que no tenían mucho tiempo y que sí permanecían allí sin hacer nada sería peor.
