SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.52.
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christa
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—Fuera de Ehrmich estaremos en territorio de los titanes— Hange caminó junto a Eren pero estaba dando un aviso general por lo que tanto Amaris como Bianca se levantaron del banco en el que se había sentado unos minutos atrás.
—Eren, ¿puedes montar a caballo?— Moblit preguntó cuando vió al joven acercarse.
—Si, ya recuperé las fuerzas— comentó sin darse cuenta de que la castaña estaba detrás de él aún que ella tampoco le dijo que se encontraba a unos pasos de distancia.
—Vamos, está en el ascensor oeste— el mayor volvió a comentar haciéndolo caminar, Hange sonrió viendo a Amaris curiosa pero preparada para ayudar por si eso necesitaban.
—Estaremos bien fuera de las murallas, no debes preocuparte por eso— ella la calmó, en ese momento la castaña solo entrecerró sus ojos en forma de cuestionamiento ¿Acaso le estaba diciendo que ella no iría con ellos? Es decir...¿Se quedaría ahí?.
—¿Acaso...?— Susurró extrañada, se quedó callada procesando el comentario; aún que Bianca la mirada desde su posición con un rostro negativo dándole a entender que muy probablemente ellas no formarían parte de lo que se podría venir.
—Vamos, teniente.
—Moblit, dame un segundo— ella soltó cuando notó que el pastor Nick volvía junto a Levi, se abrió paso entre Amaris y Bianca acercándose a ambos hombres que caminaban hacia su dirección.
—¿Cambió de parecer?— la bruja cuestionó.
—Lo dudo— la azabache contesto,
Estaban en mi correcto, el pastor bajó su cabeza con cierta tristeza, no hablaría y estaba decidido a no hacerlo ni siquiera aún que la humanidad estuviera en la extinción, la teniente pareció desesperarse.
—¡No hay tiempo y lo sabe! ¡Por favor dinos sí hablará o no!
—Hange— Amaris tomó un brazo alejándola un poco del sujeto en cuestión, frunció el ceño viéndolo con una mirada de pocos amigos que muy pocas veces ella mostraba, ese hombre era una maldita hormiga a la cual quería aplastar pero por obvias razones no podría.
—No tenemos tiempo como para que usted no quiera hablar, juro que le daré una buena razón por la cual no hablar cuando no tenga dientes en su boca.
Bianca se acercó tomando las ropas del pastor levantandolo un poco del suelo, ¿Quién diría que la gemela "cobarde" levantaría a un hombre del suelo? Era evidente que sus emociones estaban disparatadas por la desesperación.
