SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.3.
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Poderes.
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—¿Se quedará ahí?
Amaya solo podía observar como el titán se quedaba sentado en el suelo sin hacer nada, no sabía cuándo tiempo había pasado pero tenían que lograr que ese idiota se moviera. Levantó sus cejas y posicionó sus brazos en su cintura caminando por el tejado intentando pensar en algo, no se le ocurría nada y para este punto estaba completamente en blanco.
«De está forma será imposible demostrar algo» la vaga idea de que probablemente matarán a Eren o algo por el estilo la hizo estremecerse, parpadeo moviendo sus ojos de un lado al otro en busca de algo que hacer pero nada se le ocurría. Llevó sus verdosos iris hacia uno de los tejados cercanos, se encontró con una figura que ella conocía y que al igual que Mikasa se encontraba tratando de entender que demonios le pasaba al titán. que levantó su brazo llamando su atención.
—¿Armin? ¡Armin!
—¡Aya! ¿Qué le pasa a Eren?— señaló con sus espadas del rubio mientras la veía a ella. —¿Qué es lo que está haciendo?
—No sabemos, no se estaba regenerando.
—¿Y dónde está Mikasa?
—¿Mikasa? Ella está...— se volteó para encontrarse con la sorpresa de estar completamente sola en el tejado, ¿cuándo se supone que había desaparecido? Lo peor de todo es que no se había percatado. —¡Estaba aquí hace un momento!
—Eh, Aya creó que tenemos que defender a Eren— él señaló detrás de la mayor.
Si, ella había sentido los pasos pesados que provenían desde atrás.
Tragó en seco girando sobre sus talones, viendo a los titanes de lo que ella pensó diez metros acercándose hacia Eren que aún estaba en el suelo, no lo admitiría pero un terrible escalofrío recorrió su espalda en cuanto vió los rostros de esos gigantes. Sus manos temblaron pero rápidamente tomo sus espadas para intentar que esto no se notará tanto.
—Mierda, no tienen que llegar a Eren.
—¡Trataré de despertar a Eren! ¡Tú debes usarlos!
—¿Usar qué?— preguntó soltando levemente el agarre en sus espadas, Armin señaló sus manos a lo que ella entendió la referencia.
