Capítulo 41.

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Sueños

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Había mucho silencio y no sabía el por qué, pero incluso el ambiente se sentía helado como si estuviera en pleno invierno, sus pies estaban fríos al igual que sus manos y aquellas mejillas pálidas ahora de mostraban en un leve rojo debido a la baja temperatura. Aquellos parpados se abrieron cuando sintió un peso en su pecho que no le permitió respirar, movió sus manos dándose cuenta de que no estaba en su cama o en algún lugar conocido por ella.

—¿Qué es...este lugar?— preguntó.

Sus cabellos negros estaban sueltos y caían perfectamente por sus mejillas y espalda una vez se sentó en el suelo frío. Guío sus ojos hacia los lados en busca de luz pero no encontró absolutamente nada, parecía una habitación oscura y helada pero no era una sala o cuarto de ninguna sede, el suelo no era de madera.

Una cueva, no. Era una caverna.

—Esta helado...— Susurró levantándose levemente, miró hacia sus lados y comenzó a caminar con cuidado de no herir sus pies al hacerlo, el suelo era rocoso por lo que si no tenía cuidado podría hacerse una horrible lastimadura. —¿Por qué estoy aquí? ¿Qué significa?

Miró a su alrededor cuando pensó escuchar un eco venir de uno de los caminos internos, no se podía ver nada pero ella no le tenía miedo a la oscuridad por lo que se adentró guiandose por sus instintos.  Un paso, dos pasos, así se fue guiando mientras contaba en su cabeza cada vez que un pie iba hacia adelante para seguir el camino, podía escuchar cada vez con más claridad aquel sonido, alguien estaba llorando.

—¿Hay alguien ahí?— su propio eco fue fue su respuesta, aquél llanto seguía y por eso se dirigió hacia el. Se quedó quieta cuándo creyó haber caminado demasiado, se había acercado mucho al sonido pero no veía nada en absoluto.

Aquellos ojos azulados iban y venían de un lado al otro sin paz pero la oscuridad era demasiada y por eso prefirió retroceder de forma lenta, a paso ligero. Podía escuchar su respiración al igual que su corazón galopar de la forma más rápida que nunca había sentido antes, estaba algo aterrada pero no lo suficiente como para entrar en pánico.

Sacame de aquí.

La escuchó cerca, era la tenue voz de una mujer la cual sonó completamente apagada y quebrada como si hubiera estado llorando por mucho tiempo y no tuviera las fuerzas necesarias como para emitir sonido, intento ir en aquella dirección pero el problema era que entre tanta penumbra, no podía acercarse.
El lugar se volvió aún más frío y sintió un suave toque en su espalda, el escalofrío paso por sus pies y llegó hasta su nuca en menos de un minuto, fue algo que no pudo evitar ante la tensión de la situación.

SNK: - "The Last Witch" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora