SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.7.
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Cálida bienvenida.
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Un bostezo fue lo único que Hannes tuvo como respuesta luego de que llegaran a Trost, luego de haber pasado la mayor parte del tiempo corriendo para alcanzar a Hannes finalmente lo había hecho y se había cansado. Hubo un momento en dónde ya no podía siquiera caminar por lo que tuvieron que descansar, en ese pequeño transcurso del viaje, Hannes comenzó a hablar de la guarnición y desde entonces no se había callado.
No supo cuanto tiempo fue la que él estuvo hablando y recalcando cosas, sobre todo lo de aquellos titanes que habían capturado que se encontraban en Trost. El cansancio le estaba ganando para cuando entraron al distrito y no sabía cuándo tiempo más podría estar de pie sin caer de llenó al suelo, quería dormir.
—¿Te aburrí?— ladeó su cabeza hacia abajo para verla.
—No, solo estoy agotada por todo lo que pasó hasta ahora— suspiró levemente luego de refregar sus ojos y parpadear para enfocar sus orbes esmeralda, una de sus cejas se elevó cuando vio todo lo que se habían montado para mantener a esos gigantes humanoides en el recinto. —Vaya, hasta los Titanes tienen más comodidades que nosotros.
—¿Tu crees?
Hannes no pudo evitar reír ante el comentario, de hecho soltó una carcajada que hizo reír a la más joven. Amaya dió unos pasos hacia adelante para observar con detalle a su alrededor, había varios soldados de las tropas de guarnición vigilando desde arriba y otros debajo los cuales cuidaban que nadie se acercará a los dos titanes. Por lo que pudo observar ambos estaban en el centro, atravesados por clavo y sogas en sus cuellos que los amarraban a varias maderas clavadas en el suelo.
Se acerco con cuidado para observar mejor a ambos gigantes, uno estaba sentado mientras que el otro acostado en boca abajo, podía sentir la respiración terriblemente agitada y pesada de las criaturas. Parecía como si hubieran corriendo por todo el terreno pero realmente se los había mantenido inmóviles todo esté tiempo, vigilandolos correctamente. Los ojos verdes revolotearon pasando por los titanes que se dieron cuenta de su presencia en cuanto ella dió un paso hacia adelante, daban miedo desde cerca.
Sus ojos saltones brillaban hambrientos y sus bocas se mantenían con la salivación propia de un ser con hambre, parecían leones en un circo listos para comer a sus adiestradores. El sonido gutural que salía de sus gargantas parecía un lamento sin sentido, se suponía que estás cosas no podía hablar pero si eran capaces de hacer ruido, era asombroso en cierto aspecto.
