SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.63.
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Antes del desastre.
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La mañana había llegado, los de la guarnición se preparaban para partir hacia la cabaña en donde se quedarían con Amaris. Ellos estaban fuera de la habitación, acomodando las pertenencias en los caballos mientras que la joven mujer estaba dentro, junto a Eren, Mikasa y Armin. Se encontraba sentada cerca de la cama, viendo despertar a Eren después de que durmiera un día y medio.
—Oh miren, el titán con depresión ya despertó— Astra se burló entrando a la habitación.
—Astra, no es gracioso— Amaris la miró, levantando sus cejas. Hange estaba junto con los demás, tenían que informarle sus avances de ayer.
—Estuve pensando en mejores apodos, titán constructor, por ejemplo— movió su mano y sonrió, ladrando su cabeza. Eren se sentó en la cama mientras sostenía su cabeza. —Ya saben, porque construyó una casita, ¿o debería llamarlo destructor?
—Astra— Bianca se asomó por la puerta para ver a su hermana, la azabache rodó sus ojos y suspiró.
—Bien, titán loco, tomenlo o déjenlo.
Amaris negó, acariciando la espalda de Eren, él parecía tratar de recordar las cosas que habían pasado hace una horas atrás, pero sinceramente su cabeza era un desastre de recuerdo y cosas sin sentido. Todo se veía partido, así qué sus intentos por tratar de saber que había pasado, no estaban funcionando.
—No recuerdo nada de lo que pasó— susurró, tanto Armin como Mikasa estaban preocupados ante la falta de memoria del joven.
—Bueno, déjame explicarte, el experimento funcionó así— la teniente miraba las hojas mientras las pasaba una por una, se acercó a su posición.—Ibas a replicar el proceso de endurecimiento que usaremos en la muralla María, pero no pudiste hacerlo así que decidimos hacer pruebas de resistencia e inteligencia.
—Mejor dicho, resistencia y depresión— Astra agregó, cruzando sus brazos.
—Si...— Hange susurró, volviendo la vista al adolescente. —La primera vez te convertiste en un titán de quince metros.
—Recuerdo el plan experimental— Eren asintió, antes de llevar su manos a su frente, le dolia. —Pero no recuerdo el resultado.
