SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.43.
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Annie
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Dos días después.
Armin acomodó la capucha de su gabardina sobre su cabeza, el plan había tenido un pequeño ajuste a ultima hora por lo que Amaris se encontraba con él. El plan era llevar a Annie a un túnel sin que se transformará antes y la idea era que al menos no lo hiciera pero sabía que eso sería imposible en cuanto ella detectará amenaza o algo extraño.
La castaña se apoyó y asomó por uno de los rincones, Armin fue el siguiente en aparecer para tener una mejor visión de las carrozas que pasaban por la calle principal mientras que los novatos de la policía militar vigilaban la zona.
—La veo— Susurró. —No tengo un buen presentimiento de todo esto, Armin.
—Yo tampoco, pero es nuestra oportunidad y no debemos perderla— susurró, acercándose para ver hacia ahí, en cuanto vió movimiento supo que debía de ponerse en marcha y hacer su parte.
—Ahora, ahora— Amaris le dió varios golpes al joven que en ese momento comenzó a hacer un ruido con su boca para llamar la atención de la rubia.
—Annie— fue un susurro alto, que logró llegar a a los oídos de la susodicha. Reconoció la voz del joven por lo que al momento se acercó para encontrarse con ellos dos en uno de los callejones.
—Hey— comenzó Amaris. —¿Ahora eres parte de la policía militar?
—Armin, Amaris— Susurró. —¿Por qué están vestidos así?
Ella preguntó, para Armin no había nada raro pero para la castaña si, ¿Cómo se suponía que Annie supiera su nombre real? Ella no había estado con los de la legión desde que se fue a la militar, ¿Acaso Halia se lo había dicho?.
—Estoy portando un paquete, tengo mi equipo de maniobras bajo mi gabardina— Armin continúo su explicación antes de levantar la gabardina para mostrarle que en efecto tenía el equipo ahí.
—¿Qué está pasando?
—Annie, ¿nos asistirías para ayudar a Eren a escapar?— preguntó la bruja acercándose a ella aún con la capucha en su cabeza, no quería arriesgarse a nada a decir verdad.
