"Si estoy en un sueño despiértenme porque no presté demasiada atención en la clase de historia."
Ese era el pensamiento de Rosalie Jackson cuando despertó en una época bastante lejana a la que ella estaba acostumbrada. Para colmo en el cuerpo de otr...
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"Pᴇʀᴅɪ́ʟᴀ Cᴀʙᴇᴢᴀ"
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— ¡Oye! ¿Desde cuando permito que los empleados duerman en el trabajo?
Despierto súbitamente al escuchar el grito de un hombre.
— ¡Regresa al trabajo antes de que te despida! Queda advertida que no voy a pagarle.— Después de esa amenaza el hombre salió de la habitación refunfuñando.
Si no estuviese tan aturdida creo que le hubiera respondido algo, pero cuando miré a mi alrededor una ola de recuerdos llegó a mi mente de una manera tan repentina que tuve que sostenerme de una mesa.
Es raro, pero esta sensación ya la sentí antes. Recordar toda una vida que perfectamente sé que no viví en carne propia. Recuerdo que al terminar el musical me sentí mal y supongo que me desmayé. Respiré hondo y traté de poner en orden mis pensamientos.
Ahora lo único que tenía en mente era continuar con el trabajo, ese hombre en serio se veía molesto.
Como si supiera lo que hacía tomé varios vasos de... ¿cerveza? Eran 5 en total y también puse un tarro de la misma bebida en la bandeja de madera. No fue hasta que me acerque a la puerta que me di cuenta de cómo iba vestida. Tenía puesto un vestido violeta oscuro y un delantal blanco. Incluso sentía el torso apretado, como si tuviera puesto un corsé.
Volví a respirar hondo y salí de ese pequeño cuarto. Caminé despacio por el lugar mirando todo. El sitio era iluminado por velas en candelabros pequeños, posicionados en lugares estratégicos para dar luz a toda la taberna.
Mi vista se posa en la "zona del bar" y el hombre de antes, con mala gana, me señala una mesa apartada. En ella habían 5 hombres y me acerqué con paso dubitativo. Dejé las bebidas sobre la mesa, mirándolos bien pude notar algo bastante curioso y a la vez inquietante en cada uno de ellos. Sentía que los conocía... y a juzgar por como me observaron, algunos de ellos también me conocían.
— ¿Rosie?— Me llamó el pelirrojo de ojos violeta.
— ... Hamilton.— dije de una manera tan natural que me dio miedo.
Solo pasaron... no sé! 3 minutos que desperté y siento que perdí la cabeza. Obviamente no estaba en el teatro Richard Rodgers y está claro que no es mi época. Me asusta la manera tan tranquila en la que estoy actuando y como llevo las cosas porque ... las siento normal.
Siento normal el hecho de haber viajado en el tiempo. ¡No! Esto es un sueño... y si estoy en un sueño despiérteme porque no puse atención a la clase de historia! O ya perdí la cabeza. Sí, finalmente perdí la cabeza.
