𝒟𝒾𝓍-𝓈𝑒𝓅𝓉

120 10 23
                                    

Aᴍᴏʀ Jᴏᴠᴇɴ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aᴍᴏʀ Jᴏᴠᴇɴ

🌹 •⊰ 🌸 ⊱• 🌹

𝒩𝒶𝓇𝓇𝒶𝒹𝑜𝓇

— Le Groff. — saludó el marqués al llegar a la caballeriza.

Marquis... — Antoine dejó el rastrillo de lado y se acercó al recién llegado. — ¿Viene por Le Blanc?

— No, de hecho yo quería preguntar por Ro- la señorita Sanderson. — Antoine lo miró serio.— Señor Le Groff le pido que no piense mal. La señorita Sanderson es una mujer que se da a respetar, pero lo que sucedió ayer.-

— No tiene porque explicar nada, Marquis, mi ahijada ya me explicó lo que sucedió en la madrugada de ayer.

Lafayette se permitió respirar con tranquilidad.

— ¿Ella está bien? — preguntó.

— Perfectamente. — aseguró Antoine. — ... Si quiere véalo por sí mismo. Rosalie debe de estar en los aposentos de los Dubois ahora.

El marque se vio sorprendido sorprendido por la información, sin embargo no cuestionó más al mayor. Lafayette se despidió y se retiró. Antoine iba a volver al interior de la caballeriza, pero algo llamó su atención.

— ¡Mathew! — llamó al joven. El chico escondió algo en su abrigo y se giró para ver a su tío. — ¿A dónde vas? — preguntó el mayor.

— Amm voy a entregar un recado al palacio, nos vemos en la cena. — Mathew se apresura a irse, pero esa respuesta no convenció del todo a Antoine. El adolescente no llevaba nada en las manos, el mayor rodó los ojos a la vez que negaba con la cabeza.

— Estos jóvenes; ya estoy viejo para lidiar con ellos. — murmuró entre dientes refiriéndose a Mathew y a Lafayette.

🌹 •⊰ 🌸 ⊱• 🌹

Geneviève deja a Rosalie entrar a una enorme sala. La mujer miraba el lugar con atención a la vez que su amiga iba explicando algunas cosas de las habitaciones. Rosalie observó una mesa en la misma sala, ahí estaban dos jóvenes, una evidentemente menor que la otra. La niña leía un papel mientras que la más grande solo escuchaba; esta tenía el cabello recogido en un moño bajo y su piel era muy pálida, sin embargo la característica más notable era una cinta de seda blanca que le cubría los ojos.
Geneviève notó la mirada de la contraria y sonrió.

— La pequeña es mi hija, Paulette. — Rosalie sonrió también, recordando que su amiga le habló de su primogénita de 9 años. — Y la mayor es mi sobrina, Ivonne Leroy.

¿Nos Conocemos? {Lafayette}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora