𝒱𝒾𝓃𝑔𝓉

106 9 17
                                    

Lᴀ Bʀᴜᴊᴀ Sᴏʟɪᴛᴀʀɪᴀ ʏ Lᴀ Bʀᴜᴊᴀ Bʟᴀɴᴄᴀ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Lᴀ Bʀᴜᴊᴀ Sᴏʟɪᴛᴀʀɪᴀ ʏ Lᴀ Bʀᴜᴊᴀ Bʟᴀɴᴄᴀ

🍁 •⊰ 🥀 ⊱• 🍁

𝑅𝑜𝓈𝒶𝓁𝒾𝑒

Aún podía percibir el frío incluso estando cubierta hasta el cuello. Sentía que mi cuerpo pesaba tanto que podía estar prisionera dentro de él. Me obligué a abrir los ojos y tratar de sentarme, mis manos y pies estaban entumecidos.

Cuando mi vista se aclaró noté que seguía en mi habitación, acostada sobre la cama. Solté un suave quejido al sentarme y coloqué mi cabeza entre mis manos.
En eso lo recordé.
Las voces, las memorias, sí eso ya me había sucedido antes. Pero no fue tan intenso como aquella ultima vez.
Masajeé mis cienes, como si tratara de buscar algún recuerdo que haya perdido en ese momento o al menos saber de quienes eran esas voces que me llamaban.
—Aunque nadie en la vida me ha llamado "Rose" o al menos que yo recuerde. —

Solté un suspiro y miré mi habitación. Me di cuenta que a los pies de la cama estaba Liam, quien al parecer estaba en medio de su sueño de belleza. Y al voltear mi mirada al lado de la cama vi que alguien estaba siguiendo el ejemplo del gato.
No pude evitar mostrar una pequeña sonrisa cuando vi a Gilbert dormido en la silla y con la cabeza apoyada en la pared. Madre mía el dolor de cuello que tendrá cuando se despierte.

El movimiento que hice para poner mis pies en suelo y el crujido de la cama hizo que Liam y Gilbert se despertaran. El pelirrojo se enderezó en su asiento y frotó sus ojos antes de verme. Quise reír gracias a su expresión al verme despierta, pero sus sentimientos me golpearon como una piedra.

— Hola... ¿cómo te sientes? — preguntó poniéndose de cuclillas frente a mí. Tomando mi mano y mirándome fijamente.

— Estoy bien. — respondí en un susurro.

Él soltó un suspiro pesado y con gentileza llevó mi mano hacia sus labios, plantando un beso en los nudillos.
No sé si es que soy muy susceptible cuando estoy recién levantada, pero al verlo así de aliviado y tan preocupado al mismo tiempo, hace que mi corazón comprima.
Con mi mano libre, dubitativa, pasé mis dedos por su mejilla, quedándome en su quijada y sintiéndola algo rasposa por el nacimiento de la barba.

Él cerró los ojos ante mi tacto y segundos después volvió a mirarme. Solo quería hacerle entender que estaba bien.

...Aunque sí sentí la muerte de cerca, pero eso no tiene porqué saberlo.


𝒩𝒶𝓇𝓇𝒶𝒹𝑜𝓇


— Antoine... ¿No te gustaría ir a descansar un rato? Llevas parado ahí por horas.

¿Nos Conocemos? {Lafayette}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora