𝒽𝓊𝒾𝓉

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ADVERTENCIA :
Mención de sangre y un poco de parto semi explicito al principio.

Si quieren pongan la música de multimedia para ambientar.

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Eʟ Dɪ́ᴀ qᴜᴇ ᴛᴜᴠᴇ qᴜᴇ ᴠᴇʀ
Nᴀᴄᴇʀ ᴀ Pʜɪʟɪᴘ Hᴀᴍɪʟᴛᴏɴ

🏵 •⊰ 🌼 ⊱• 🏵

Los gritos retumbaban en las paredes y hacían que me estremeciera cada vez que los escuchaba.
Eliza se agarraba de las sábanas mientras pujaba con todas sus fuerzas y su madre le daba ánimos para seguir con la labor.

El señor Schuyler y sus otras dos hijas estaban en la sala de estar, de seguro el padre de familia debería de estar caminando de un lado a otro nervioso, Angelica debe de estarlo calmando y Peggy podría estar casi dormida en el sillón.

Eliza estaba sintiendo el milagro de traer a un ser humano al mundo, junto con el dolor más fuerte del mundo... según lo que me han dicho.
La cabeza del bebé ya estaba fuera y recordando los videos de partos que he visto en mi realidad, ayudé al pequeño a sacar los hombros. La parturienta pujó dos veces más y el bebé salió por completo, dejando escapar sus primeros lloriqueos.

— ¡Ya está! Está aquí Eliza. — dije mientras envolvía al bebé con las mantas que me dio la Sra. Lewis.

— Quiero ver a mi bebé...— pidió en casi un susurro la nueva madre con cansancio.

— En un momento mi señora. — comentó la ama de llaves a mi lado.

La pedí a la Sra. Lewis que sellara el cordón umbilical con los hilos de coser, el extremo del bebé y el extremo de la madre. Cortamos el cordón con las tijeras esterilizadas y me levanté del asiento, donde estaba sentada, para darle el bebé a Eliza.

La mujer tenía las mejillas sonrojadas y sudor por su frente, pero tenía una gran sonrisa cuando me vio con el bulto entre los brazos.

— Es un varón. — dije sonriéndole a la madre. La señora Schuyler, madre de Eliza, también estaba sonriendo al ver a su primer nieto.

Le di con cuidado el retoño a Eliza y ella rápidamente lo acunó en sus brazos susurrando su nombre.
Philip, Philip Hamilton.

Después de varios minutos y de tener que sacarle la placenta a Eliza, por fin pude ir a darle la noticia al resto de la familia.

Cuando llegué a la sala todos me miraron atónitos.
Tenía las manos cubiertas de sangre y sudor por toda la cara.
Y ni siquiera fui yo quien dio a luz.

¿Nos Conocemos? {Lafayette}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora