𝒟𝒾𝓍- 𝒽𝓊𝒾𝓉

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Pᴏʀ ᴜɴ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ, fɪɴᴊᴀᴍᴏs qᴜᴇ sᴏᴍᴏs ɪɢᴜᴀʟᴇs

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Pᴏʀ ᴜɴ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ, fɪɴᴊᴀᴍᴏs qᴜᴇ sᴏᴍᴏs ɪɢᴜᴀʟᴇs.

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𝒩𝒶𝓇𝓇𝒶𝒹𝑜𝓇

Ya no era secreto para nadie en el palacio y en sus alrededores que la reina ya estaba terminando de planear el primer baile del año. Después de varios meses de discusiones intensas y de decisiones complicadas se decidió que ya era tiempo de relajarse y pasar una noche divertida. Muchas damas ya empezaron a hablar emocionadas sobre los vestidos que se pondrían para esa noche y varios caballeros comenzaron a repasar los nombres de jóvenes a las que querían llevar a la pista de baile. Las invitaciones no tardaron en llegar y con eso la histeria colectiva de la moda y los cotilleos. La gente noble se ponía nerviosa con este tipo de evento, ya que la sociedad tendría los ojos muy abiertos y la lengua sin cerrojo. Más en un baile de máscaras real.

— ¿Te lo imaginas? Solo piensa en todas la bromas que podría hacer en una habitación llena de personas con vestidos gigantes y máscaras. — habló emocionada Paulette guiando a Ivonne por los pasillos.

— Jaja No creo que te dejen pasar prima. Es una fiesta de adultos. — comentó la joven tratando de contener más la risa.

— ¡Ay! Los adultos siempre se llevan la diversión. — se quejó la niña.

— No te pierdes de nada Paulette.— llamó la atención Rosalie.— Una vez fui a un baile y le verdad no es la gran cosa.

— ¿Logró colarse a un baile en América señorita Sanderson? — preguntó curiosa Ivonne.

Rosalie sonrió y asintió explicando la noche en la que fue al baile de invierno en 1780.

Al regresar a los aposentos de las más jóvenes vieron a Geneviève despidiendo amablemente a una dama que Rosalie reconoció. Era una mujer joven de cabello rubio cenizo y los ojos verdes, quien al ver a la morena le sonrió con cortesía antes de retirarse.

— ¿Quién era madre?— preguntó Paulette acercándose a la rubia.

— Era la madre de tu amiga Emily. Al parecer le entregaron mi vestido por accidente y vino para entregármelo. — explicó palmeando una caja blanca decorada con un moño dorado. A Rosie le extrañó eso, pero no le tomó mucha importancia.

Paulette se emocionó como si el vestido fuese para ella, le pidió a su madre que se lo probara para verlo, pero la mujer solo le sonrió y lo sacó de la caja. Rosie e Ivonne también se acercaron y la morena comenzó a describir el vestido para que la joven pudiera hacerse una idea de cómo era.

¿Nos Conocemos? {Lafayette}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora