𝒞𝒾𝓃𝓆

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Lᴏ qᴜᴇ ᴘᴀsᴀ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴀᴍᴘᴀᴍᴇɴᴛᴏ,Sᴇ qᴜᴇᴅᴀ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴀᴍᴘᴀᴍᴇɴᴛᴏ

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Lᴏ qᴜᴇ ᴘᴀsᴀ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴀᴍᴘᴀᴍᴇɴᴛᴏ,
Sᴇ qᴜᴇᴅᴀ ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴀᴍᴘᴀᴍᴇɴᴛᴏ.

🏵 •⊰ 🌼 ⊱• 🏵

- ¡Rosalie!

Rápidamente oculto mis manos debajo de mi capa y volteo para encontrar a Lafayette corriendo hacia mí. Afortunadamente nadie estaba al rededor, todos están dentro del salón.

- S-siento mucho haberme ido así. Yo...

No se me ocurre ninguna excusa. Él vio lo mismo que yo, sabe que esa copa explotó sin que ninguno de los dos la tocáramos. Clavé mi mirada al suelo y estuve a punto de llevar una de mis manos hacia mi pecho, pero la oculté al recordar el aspecto que tenían.

El hombre frente a mí se apresuró a buscar algo en sus bolsillos y cuando por fin lo encontró en mi pecho se instaló un inusual sentimiento de esperanza al ver que en su mano estaba mi collar.

- Lamento que su reparación haya demorado tanto. ... Si me permite, puedo ponérselo.

Asiento en un poco con la cabeza y me acercó un poco a él para que pudiera colocarme el collar. Mientras el pelirrojo hacía el nudo en mi nuca, por curiosidad miré mi mano izquierda de manera discreta. Las zonas que brillaban poco a poco comenzaron a opacarse hasta que el brillo se esfumó por completo. Incluso la asfixia y la tensión en mi espalda se disiparon cuando Lafayette me puso el collar.

- Gracias. - dije cuando lo volví a ver de frente, acariciando el dije dorado del collar con la yema de mis dedos.

- No hay porque darlas.

Y otra vez nos quedamos en silencio por varios segundos.

- Em... ¿Volvemos al salón? - sugerí comenzando a caminar.

- E-Está bien, ¿pero está segura? - su pregunta hizo que volteara a verlo. - Se veía bastante incómoda allí adentro.

- No lo negaré, tiene razón. Pero no tiene que quedarse aquí si no quiere. Vuelva al baile. - dije dándole ánimos para volver al salón.

- ... No lo haré por dos razones. Uno, no dejaré que una dama como usted se quede sola en el jardín a esta hora de la noche. Y dos, ya le mencioné que no soy la clase de hombre que concurre los bailes. - recordó mientras me regalaba una sonrisa. - Además, la música se escucha perfectamente desde aquí.

No tuve más opción que aceptar la compañía del francés. Aunque no me molestó para nada. De hecho logramos tener una plática bastante amena, compartiendo algunas experiencias de Francia y ayudándonos a corregir un poco el acento de ambos.

¿Nos Conocemos? {Lafayette}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora