C3

2 0 0
                                    


Dicho esto, empezó a besarme, primero, el cuello, luego los brazos, la cara, etc. Cuando llegó a mi ombligo intenté soportar las cosquillas, pero no pude y empecé a reír.

- ¿Qué? – dijo sorprendido.

- Cerca del ombligo tengo muchas cosquillas, lo siento. – le dije sin parar de reír.

- Tranquila, te traeré el desayuno.

- No irás así, ¿no? – le pregunté, pues aún seguía con la toalla liada.

- Sí. – me soltó antes de cruzar la puerta.


Me trajo un helado, él se tomó una taza de té, vi que mientras comía el helado, él me miraba fijamente, así que le di con mi helado en la nariz, manchándosela entera, entonces, me levanté y le dije con tono burlón:

- Ven y atrápame si puedes.


Salí corriendo para el cuarto de baño, cogí la ducha y esperé nerviosa a que se asomara por la puerta. Cuando lo hizo, activé la ducha y lo rocié entero con agua fría, él me cogió y empezó a hacerme cosquillas, la ducha se cayó mojándonos a los dos, ambos reíamos. Estuvimos así media hora, riéndonos sin cesar, con la ducha empapándonos, yo sentía como si el tiempo hubiera dejado de correr.


Cansados de tanto reír, nos tiramos al suelo, el cual estaba lleno de agua, nos miramos y nos besamos hasta quedarnos sin aliento. Apagamos la ducha, recogimos todo y nos secamos. Nos cambiamos de ropa y nos tendimos en la cama y me apoyé en el brazo con el que me abrazaba.

- Tenemos que repetirlo. – dije.

- Sin duda alguna lo repetiremos, me lo he pasado fenomenal. – me dijo aún riendo.

- Yo también me lo he pasado de maravilla.

Poco a poco, él se fue quedando dormido, al verlo así, me di cuenta de que él era lo único que necesitaba para ser feliz.

Poco a poco, él se fue quedando dormido, al verlo así, me di cuenta de que él era lo único que necesitaba para ser feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Magizard. Un giro inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora