CAPÍTULO 4

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Me desperté sobresaltada, hacía nueve noches ya que tenía la misma pesadilla: mi boda con todos mis seres queridos muertos, asesinados por Jace, quien me miraba con una sonrisa maléfica llena de dientes afilados. Intenté despejar esa imagen de mi mente, me vestí y bajé al salón, donde se encontraba mi abuela. Desayuné, me despedí de ella y fui a la biblioteca, donde quedé la noche anterior con Jace para practicar, como casi todos los días anteriores. 

Aunque, al principio, todos los hechizos eran difíciles, aprendía rápido y algunos se me daban mejor que otros, por lo que al final del día, ya había aprendido algunos hechizos más que el día anterior.

Cuando llegué a la biblioteca, vi que todos estaban muy serios, rápidamente me di cuenta de que Isabel, quien siempre estaba alegre, en aquel momento tenía la cara roja y los ojos hinchados, había estado llorando. Jace se me acercó y me dijo:

- El padre de Bel ha muerto, parece ser que un dragón negro perteneciente a los Evilstar, una familia muy poderosa de brujos, lo ha asesinado esta mañana. En realidad, es la única familia que sigue viva aparte de los Magizards. Lo ha encontrado Natalie mientras iba de camino al trabajo, en un callejón.

- ¿Tantos son? – pregunté asombrada.

- Unos 400 miembros, aproximadamente. Han conseguido sobrevivir a La gran guerra a causa de su maldad y astucia. Estamos seguros de que son los únicos que quedan.

- ¿Por qué han matado al padre de Bel? ¿Quieren acabar con los Magizards?

- Nos odian, quieren hacernos desaparecer, pero no lo permitiremos, puede que sean muchos, pero somos muy poderosos. - me aseguró.

- No podemos empezar una guerra, son muy peligrosos, nosotros los superamos en número, pero ellos nos superan en experiencia, aunque ganásemos, morirían muchos de los nuestros, solo por una vida. – dijo Jamie.

- ¡¿Solo una vida?! ¡Era mi padre! - dijo Bel.

- Si hay una víctima más, atacaremos. Os lo prometo, no dejaremos esto pasar. – dijo Natalie, intentando consolar a mi amiga.

Jace se acercó y me dijo:

- Vamos, no tienes por qué escuchar esto, no harás más que ponerte triste.

Le cogí la mano y me sacó de allí.

Cuando estábamos ya en la calle le pregunté:

- ¿Dónde vamos? ¿Podemos ir a mi casa?

- ¿Por qué? ¿Te sientes mal? – dijo.

- No, pero me gustaría coger algunos libros y después, podríamos ir a algún sitio romántico, ¿qué dices?

- Romántico ¿eh?, ¿qué tal a un spa? – me propuso.

- Perfecto. – le dije.

Entonces, me cogió en brazos y me besó, fue un beso suave, pero bastó para hacerme sentirme segura, una sensación que siempre me acompañaba cuando estaba con él.

- Te amo, te quiero más que a nadie en el mundo y jamás dejaré de quererte. – me susurró al oído.

- Realmente empalagoso. – le dije haciéndolo reír.

- Después de ir a mi casa y coger algo que leer, fuimos al spa. 

Magizard. Un giro inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora