"La esperanza debida" Capítulo 2. Ceder.
Blas Sullivan y Peter Haight estaban en la manzana que rodeaba al colegio Charterhouse. Salir del colegio sin autorización ni justificativo, estaba terminantemente prohibido. Sin embargo, solían quebrantar las normas asiduamente. Los amigos saltaron un tapial detrás del imponente castillo de ladrillos vistos. Se apoyaron en él bien pegados para que los radares no detectaran ninguna presencia. Tenían un metro de distancia, sabían perfectamente que, si pasaban el límite, las alarmas sonaban y rápidamente serían rodeados por la seguridad del colegio.
Enfrente había una casa gigante, Surrey era un barrio muy prestigioso donde vivían familias acomodadas. Peter tenía un porro armado, enterrado en una cajita dentro de la tierra. No era buena idea entrar al colegio con marihuana. Enseguida lo encendieron y se sentaron en la sombra, disfrutando la brisa de verano.
-Esto es vida - dejó salir Blas, con placer - Me relaja tanto la hierba. Seguramente esto va a inspirarme para el examen de física. -rieron.
-Lo dudo mucho...la hierba es placentera pero no hace milagros - dio una calada y le entregó el porro.
Peter tenía una expresión seria, y Blas lo miró ceñudo mientras llevaba el porro a su boca.
-¿Qué te pasa?
-Nada. Me preocupa que Terry te denuncie con el director, Rivers no te perdonará una más y lo sabes.
-Dudo que vaya con el cuento... esta vez no le dejé marcas a ese imbécil. - rió, sin embargo, Peter continuaba serio- Tienes un humor de perros. - rezongó Blas - Yo debería estar más alterado que tú.
-¿Acaso no puedo preocuparme por ti? - se ofendió.
-Se en qué piensas... o mejor dicho en quién.
-Ya deja de joder, Sullivan.- Blas sonrió.
-Te conozco desde los cinco años, Pet. Estás pensando en mi hermana.- Peter enrojeció.
-Son ideas tuyas, no me pasa nada con Iris. - Blas hizo un gesto cómplice - Y si así lo crees, ¿por qué aún no me diste una trompada?
-Preferiría que Iris esté contigo - admitió, sereno. Peter abrió la boca y luego la cerró.
-¿Hablas en serio? - dijo incrédulo.
-Sí, por supuesto. Eres mejor persona que Earls - Blas pudo percibir la satisfacción de su mejor amigo al oír eso. A los dos segundos, Peter se desinfló.
-Tu hermana nunca me haría caso. - dejó salir, con aire triste. Blas miró a su amigo. Era morocho, de tez trigueña y ojos color café. Ejercitado, dado que practicaba asiduamente rugby, las mujeres lo encontraban sumamente atractivo. Sin embargo, no pudo evitar pensar que a Peter le faltaba personalidad y seguridad en sí mismo. Continuamente se estaba tirando abajo, su autoestima dejaba mucho que desear. De lo contrario, fácilmente se hubiera ganado a su hermana. Peter estuvo con las chicas más lindas de Charterhouse, pero no duró mucho. Parecía tímido, aún así tenía experiencia con el sexo opuesto, pero decidía no alardear "por respeto". Su mejor amigo, quien tuvo padres ejemplares, era todo un caballero, como diría su abuela Taylor Fleming. Cuando estaba cerca de Iris, se mostraba inseguro y taciturno. Respiró hondo, sin saber qué decirle. Le parecía un buen candidato para su hermana, pero al mismo tiempo no podía negar que sería incómodo que estuvieran juntos - ¿Crees que Iris se acostó con Terry Earls? -agregó, ante el silencio de Blas.
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La esperanza debida (Finalizada)
RomanceUn juego adolescente termina en un forzado matrimonio que dura muy poco. Dieciocho años después, Julia y Bruno se ven obligados a olvidar sus diferencias para hacerle saber a dos personas especiales que la esperanza es lo último que se pierde. (Fina...