Capítulo 12. Rechazar

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La esperanza debida - Capítulo 12 -Rechazar

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La esperanza debida - Capítulo 12 -Rechazar

Una hora y media antes

Iris y Mel estaban en el baño con el celular de Bruno que les quemaba como lava volcánica, ya que Marizza seguía enviando mensajes a diestra y siniestra. Lamentablemente no pudieron desbloquearlo, puesto que tenía contraseña, por lo tanto no tenían idea de qué le decía. Iris estaba tan nerviosa que robó una lata de cerveza de la heladerita y empezó a tomar compulsivamente. Por suerte Melanie no estaba al tanto de que tenía prohibido el alcohol, y no se preocupó en aclararlo. A Zoe le agarró un ataque de risa y rechazó la llamada de los nervios, tuvo que irse del baño.

-¿Te imaginas cuál puede ser la contraseña ? - le preguntó Mel.- Son cuatro dígitos. ¡Marianne sigue escribiendo! - carcajeó, era cómica la situación.

-Se llama Marizza y es una pesada.- protestó Iris y bebió más cerveza.- Intenta mi cumpleaños y el de Blas.

-Si, deduje que nacieron el mismo día - dijo riendo. Iris sonrió.

-Anota..es: cero seis cero dos...-Mel tipeó los cuatro números - ¡Incorrecta! Mierda.

-Mmmm...¿el día del casamiento con tu mamá? - Iris la miró arqueando una ceja.

-Se odian, no lo creo. Ahora que lo pienso, ni sé cuando se casaron. -El móvil no dejaba de sonar una y otra vez- Esta yegua no deja de escribirle...

-¡Qué intriga! ¿Qué le estará diciendo? - se preguntó Melanie, con curiosidad.

-¡Seguro quiere verlo! Es una metida...-farfullaba Iris, nerviosa - No permitiré que siga con mi padre, de ninguna manera. Ahora estoy decidida a impedirlo - bebió un poco de cerveza.

-¿No estás tomando muy rápido, Iris? - musitó, algo perturbada.

-No, estoy perfecta, lo necesito. - descartó con la mano - No sé que haremos para que mi padre no se de cuenta que robamos su teléfono...no le hará ni pizca de gracia.

-Ah, por eso no te preocupes, cualquier pregunta que te haga lo encontramos detrás de la mesita ratona, justo dónde lo dejó.- simplificó Melanie.

-Espero que nos crea, de lo contrario va a gritarnos durante horas...- masculló Iris.

-Sí, estoy segura que...-el celular sonó, lo estaba llamando Marizza.- ¡Oh, no! ¿Qué hacemos? - dijo nerviosa Mel.

-No deberíamos atenderla...

-¿Formaba parte del plan? - Iris negó.

-Nunca cotejamos la posibilidad de que Marizza lo llamara.- admitió con impotencia. - ¡Qué descuido! - Mel se mordió el labio. Le daba ternura que Iris estuviera tan decidida a juntar a sus padres. Ella hubiera hecho lo mismo en su lugar, la entendía. Tuvo la necesidad de ayudarla de nuevo, esa chica era un pan de Dios.

La esperanza debida (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora