Un juego adolescente termina en un forzado matrimonio que dura muy poco. Dieciocho años después, Julia y Bruno se ven obligados a olvidar sus diferencias para hacerle saber a dos personas especiales que la esperanza es lo último que se pierde. (Fina...
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La esperanza debida - Capítulo 15. Traicionar
Una hora antes.
Ni bien Julia se fue, Iris y Peter ingresaron a la casa. Él aún no podía digerir el comportamiento inusual de la hermana de su amigo, de hecho no podía mirarla la cara. Lo acusó de cobarde por haberla rechazado y pensaba acostarse con el narigón de Brandon Reeve; definitivamente Iris había enloquecido. ¿Era un efecto secundario de las gotas? ¿Las había mezclado con alcohol? Como si fuera poco, le hizo una propuesta indecente con tanta liviandad, tratándolo como si fuera un muñeco inflable. ¿Iris pensaba que estaba frente a un hombre tan sexualmente disponible? A Peter no le hacía gracia esa imagen que tenía de él. No con Iris, él quería ser especial y no objeto de un experimento. ¿Debía contarle a Blas que Iris estaba desatada? "No" dijo una voz en su cabeza. "Puede notar que pasó algo...y me rompería la cara"
Justo en ese momento, Blas y Zoe bajaban susurrando cosas entre ellos. Se encontraron los cuatro en el living.
-¡No saben lo que acabo de ver por la ventana de mi habitación! -dijo Blas efusivamente. Iris palideció, Peter abrió la boca y no pudo pronunciar sonido. No estaba seguro si Blas estaba contento o indignado.
-¿Qué les pasa a ustedes? - dijo Zoe, desconcertada.-Parece que vieron un fantasma.
-Blas, yo puedo...-empezó a decir Peter, nervioso.
-Diles lo que viste, Blas- lo interrumpió Zoe.
-¡Bruno llegó justo cuando mamá arrancó su auto! ¡Detrás de ella!- hizo un gesto de ir manejando, mientras sonreía de oreja a oreja - Apenas puso un freno... ¡y cuando vio que Julia se iba...!¿Qué hizo Bruno? - Iris y Peter lo miraron confundidos - ¡En vez de bajarse, la siguió con su auto!
-Ah...que extraño... - dijo Peter.
-¿Extraño? ¡Es un gol de media cancha, bro! -lo empujó y le dio un abrazo. Luego se apartó cuando notó humedad en su ropa. - ¿Qué demonios haces mojado, Pet?
-Tu hermana me empujó a la piscina...vestido.- Zoe miró a Iris y sonrió cómplice.
-¡Qué gracioso! - le festejó y ambas rieron. Blas se cruzó de brazos, ceñudo.
-¿Desde cuándo haces esas cosas, Iry?
-Tú y yo estamos peleados...-se enfurruñó ella.
-No digas pavadas, no puedes pelearte con tu hermano - dijo Peter.
-Mejor cállate, Haight -contestó Iris un tono bastante sugerente.
-¿Me perdí un episodio? - indagó Blas. Peter enrojeció, Zoe no pudo ocultar la risa.- No, hablo en serio...ustedes dos están muy raros.
-Tu eres quien esta raro -repuso su hermana- pareces muy feliz desde que llegaste de dar una vueltita en bici...¡y ni siquiera bajaste a la piscina Blas James!
