Buen chico

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La luz fue descendiendo poco a poco hasta desvanecerse. Los presentes que se tapaban los rostros ante el fuerte brillo pudieron bajar sus manos encontrándose con el cuerpo de Asule en el medio de la sala rodeado de una fina capa oscura. Su mano alzada temblaba mientras su espada se alzaba en el medio de una bruma negra que poco a poco era absorbida por esta misma.

Segundos después la bruma desapareció completamente al igual que la que recubría al omega y el ambiente se volvió más denso permitiendo a todos respirar. El cuerpo de Asule se tambaleó hacia atrás.

Ishaia se movió rápido y se permitió agarrarlo antes de que cayera completamente. El cuerpo más pequeño ardía. Estaba caliente y el alfa pudo ver como las venas en su nuca se marcaban de color negro, como si estuvieran envenenadas.

-¿Oye, estás bien?- le preguntó preocupado por el estado del omega. Parecía que empezaba a perder el conocimiento pues sus rodillas apenas lo sostenían y tenía que recargarse en el cuerpo del alfa para no caerse.

-Suelta al joven amo- alguien exclamó y el alfa alzó la cabeza.

Uno de los discípulos le gritó ante el contacto con el omega. Ishaia gruñó.

-Acaso eres ciego- le espetó pro antes de continuar unos dedos se posaron sobre sus labios.

Asule comenzó a enderezarse y le hizo seña que lo soltara. A pesar de que notaba que su estado no era el mejor lo hizo dado la imagen que de seguro tenía que dar el mayor ante todos.

-Él solo me sostuvo porque me tropecé. No hagan un escándalo de esto- Asule mostró su rostro molesto. Alzó su mano y Meihua voló hasta esta- ¿Quién fue el que propuso esta refinación- su tono de voz era severo, completamente diferente a su aspecto delicado.

Los discípulos bajaron la cabeza avergonzados.

-Pregunté ¿quién propuso esta refinación?- enfocó cada una de las palabras.

-Yo- un joven beta alzó su mano temblorosa y arrodillado en el suelo.

Asule se giró hacia él y caminó por encima de los escombros.

-Sabes las consecuencias de refinar con energía demoniaca ¿verdad?-

-Sí, joven maestro-

-Entonces, no tengo que decir el castigo. Dado el resultado que encontramos aquí no será nada leve-

El beta tembló en el suelo y comenzó a llorar.

-Por favor mi señor, no era mi intención que esto ocurriera. Solo quería destacar. Estudie esta técnica por todo un año y quería mostrarla a los maestros pero ellos tampoco pudieron contener el poder cuando se descontroló-

Los ojos de Asule se entrecerraron.

-Somos una secta con medidas muy estrictas. Solo personas capacitadas tienen la opción de usar energía demoniaca porque sabemos las consecuencias sino se tiene cuidado. Por tu descuido hay personas heridas y este desastre-

-Por favor no me eche, haré todo lo posible para remediar mi error, por favor, mi madre rezó mucho para que yo pudiera entrar-

Asule lo enfocó desde arriba con la espalda erecta. Desde atrás Ishaia miraba atento. Nunca pensó que alguien tan pequeño fuera tan intimidante y potente.

-Dices que harás cualquier cosa- Asule se dio medio vuelta y se acercó a uno de los guardias y le quitó la daga y la volviendo hacia el beta al lanzó delante de él- Entonces córtate una mano. Demuestra tu convicción-

Un gemido colectivo se escuchó más nadie se movió. El beta temblando miró la daga en el suelo con los ojos empapados en lágrimas y sin vacilas la agarró y la dirigió hacia su muñeca para cortar.

Locura de alfas/ Omegaverse/TrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora