Asule llevó la mano hacia la empuñadura de su espada. Estaba preparado para ser atacado nuevamente. Judhar era sujetado por Thorent y aun así hacía el intento de liberarse. Había una sonrisa en el rostro del alfa y sus ojos estaban nublados. Era vergonzoso un alfa que apenas podía controlarse ante el celo de un omega.
-Llévatelo- ordenó el omega al chico que se arrastraba contra el que gemía en el suelo detrás de él- Yo me encargo-
-Joven maestro, lo siento- el omega en celo apenas si podía hablar pero estaba consiente que algo bueno no estaba ocurriendo a su alrededor.
-Tranquilo- la voz de Asule era suave para cuando le respondió más no era esa la expresión de su rostro. Ya su cuerpo tenía una posición alerta y no dudaría en desenfundar su espada.
Judhar jadeaba, su nariz picaba por la fragancia del celo y él amaba ese olor, lo volvía loco y nunca había hecho el esfuerzo en controlarse, después de todo no importaba el desastre que hiciera siempre salía ileso por su posición. Su amigo tenía un fuerte agarre sobre él pero aun así nunca superaría su fuerza. EL alfa molesto por su restricción utilizó un poco de su cultivo directo hacia el alfa detrás de él. El impacto sobre su cuerpo hizo que perdiera un poco el enfoque y Judhar aprovechó para liberarse y levantarse.
Delante de él tenía tres omegas. Si uno no quería, entonces que fueran los tres, le quitaría ese rostro altanero a ese omega prepotente. Desenfundó su espada alarmando a sus dos hermanos menores y se abalanzó contra Asule que hacía de escudo de aquellos dos jóvenes que se alejaban a su espalda.
Él no se inmutó a pesar de que el alfa se movía rápido y decidido. Era un movimiento que podía esquivar fácilmente así que solo esperó a que estuviera a la distancia correcta. Las consecuencias serían graves, era el hijo principal de una gran secta, pero solo estaba haciendo su trabajo, defender a los miembros de allí, además el alfa lo había iniciado. Intentaría contenerse. Pero el momento nunca llegó.
Gotas de sangre cayeron en el suelo, una tras otra. Una capa y hebras oscuras se ondearon delante del omega tapándole la vista delante de él. El cuerpo grande de Zacha se interpuso defendiéndolo mientras Ishaia lidiaba con su hermano.
-Judhar, cálmate- le dijo este con todo duro. Su mano aguantaba la hoja con insistencia mientras con la otra detenía sus movimientos utilizando un sello.
-Ishaia- Judhar apretó los dientes- Desaparece de mi vista sino quieres perder la cabeza, mi padre se enterará de esto-
El alfa menor de no movió tan siquiera. Él único que no pensaba con claridad era el hermano mayor. Las feromonas del celo se habían difuminado lo suficiente para que tuvieran más raciocinio pero el mayor no se dignaba a ceder. Ya no era cosa de violar al omega en celo, era darle una lección a aquella belleza humana que había intercedido en su camino.
Thorent se recompuso y agarró a Judhar por detrás, aun así les era complicado detenerlo. Era un alfa fuerte, mucho más que ellos, sino fuera por su carácter sería un ejemplo importante a seguir. Asule por su parte no relajó su cuerpo pero su mano abandonó la empuñadura y se quedó viendo la espalda que lo cubría. AL parecer el peso de su mirada hizo que este alfa lo mirara por encima del hombro.
-¿Estás bien?- la pregunta no venía al caso pero Asule respondió con una leve inclinación de la cabeza.
Los ojos grises del alfa parecieron que brillaron. Se veían incluso más intensos en aquella piel bronceada. El cabello oscuro con algunos reflejos marrones estaba recogido en un medio moño que solo hacía la función de recoger la mitad dejando que la otra acariciara su espalda, muchos mechones caían a un lado de su frente y acariciaban su mejilla masculina. Era un alfa atractivo a pesar de ser joven.
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Locura de alfas/ Omegaverse/Trio
Werewolf-Siéntanse bendecidos alfas- el hermoso joven se acercó a aquellos dos alfas- Han conquistado el corazón de este cotizado omega. Responsabilísense- Ellos fueron Primero, conocidos. Después, mis sirvientes. Luego mis alfas Y por último, las personas...