Había pocos eventos que reunían a tantas personas en un solo lugar con un solo objetivo y el Festival del Loto Muerto era el evento indicado para aquello. Realizado cada año su objetivo era lograr el reconocimiento de nuevos miembros sobresaliente aunque la mayoría en resaltar terminaban siendo alfas, pero siempre había un beta que no se quedaba atrás.
Pero este año había una irregularidad. A pesar de que las 8 grandes sectas siempre tenían una sección de la plaza para formarse, la parte de la secta Flor Ardiente siempre estaba desierta. Ubicada prácticamente en el medio de todas solo dejaba un agujero vacío que había estado así desde hacía años. Eso estaba a punto de cambiar. Ya se había regado el hecho de que un participante de la secta participaría y muchos esperaban quien se atrevía a desafiarlos.
¿Un omega? De seguro era lo que enviarían como todos en la mayor escala de la secta.
La mayoría de los discípulos esperaban con ansias ver quién era el valiente que se atrevería a enfrentarlos a todos ellos. Aunque en el fondo el interés era mayor después de todo muy pocos omegas eran vistos en la actualidad.
-¿Ustedes dos volvieron a discutir?- Torent mediaba entre los dos hermanos que parecían querer llevarse a las manos. Ya eran conocidas las diversas disputas entre Ishaia y Zacha. Algunos consideraban que era una maldición que el destino los hubiera convertido en hermanos adoptivos.
-Ese imbécil, se cree que puede hacer lo que le dé la gana- el natural rostro serio y pálido de Ishaia tenía una coloración ligeramente rojiza mostrando que no estaba de su mejor humor.
-Si cierta persona no estuviera en el medio todo el tiempo todo ser mucho más sencillo- Zacha por su parte no ocultaba su malestar en su rostro desfigurado por la rabia.
Las feromonas que expulsaban sin ningún reparo ya comenzaban a incomodar a los que los rodeaban. Incluso la mayoría de los betas que n podían percibirlas si sentían una presión que sometía sus cuerpos. Las manos de ambos estaban dirigidas a sus espadas que colgaban a un costado de su cadera. Solo había sido una chispa pero se había convertido en un enorme incendio como ocurría generalmente cuando ellos dos pasaban demasiado tiempo en el mism lugar.
-Por favor cálmense de una vez- Torent hacía un esfuerzo inútil solo interviniendo entre ambos para que la situación no fuera más tensa, sin mucho resultado.
-Déjalos- Judhar pasó por detrás de ellos con todo su porte y altanería- Solo demuestran la raza inferior de alfa que son y de donde provienen-
Las palabras de su hermano parecieron hacer mella en los dos más jóvenes pues sus miradas rompieron el vínculo asesino entre ellas y se dirigieron a su hermano. Si la situación estaba tensa ahora no había palabras para describir lo que ocurría. Un cuchicheo se escuchaba a su alrededor y aunque sabían que eran el centro de atención no le prestaron ningún caso. Torent solo pudo suspirar. No entendía como tres personas podían llevarse tan mal.
El bullicio de detuvo de pronto ante una oleada que los dejó entonces sin respiración. Los pasos en a alta tarima donde estaban puestas diversas mesas dispuestas una a continuación de la otra en dos filas de cuatro, hicieron eco. Las largas túnicas de diversos colores y patrones de los 7 grandes líderes de la secta se hicieron ver y se sentaron unos frente a otros. Por supuesto una de las mesas aunque estaba preparada todavía quedaba vacía.
Se murmuraba que en algún momento la líder omega haría acto de presencia, eso era lo que más se esperaba pero parecía que tendrían que esperar por ese hecho. A algunos les gusto el hecho, a otros no tanto. Pero después de todo llevaban esperando el momento en que pudieran presenciar la llegada de Dilraba y quizás su hijo. La curiosidad de muchos por conocer al omega prodigio de toda la generación, incluso siendo capaz de compararlo con un alfa era algo que tenía a muchos inquietos.
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Locura de alfas/ Omegaverse/Trio
Werewolf-Siéntanse bendecidos alfas- el hermoso joven se acercó a aquellos dos alfas- Han conquistado el corazón de este cotizado omega. Responsabilísense- Ellos fueron Primero, conocidos. Después, mis sirvientes. Luego mis alfas Y por último, las personas...