Una vez que los dos estuvieron solos Asule enfocó su atención de nuevo en Zacha.
-¿A qué te referías?- pestañeó ligeramente. Sus ojos verde azules ya habían retomado todo su brillo. La bruma en ellos se había difuminado por completo.
-Por lo que sentí cuando te tenía en mis brazos... fuiste atacado por un rayo ¿verdad?
Asule inclinó la cabeza.
-Eres bastante bueno para darte cuenta de cosas así- no lo negó. De todas formas, sabía que su hermano lo más probable era que le contaría.
-Puedo ayudarte con eso. Los síntomas serán peor a lo largo de las horas y dolerá más- afirmó el alfa- Sé cómo disipar la energía del rayo con mi cultivo para que sea menos la intensidad del dolor.
Asule alzó ligeramente la ceja.
-¿Por qué debería confiar en ti?- Asule no era estúpido, conocía la técnica de la que estaba hablando. No era fácil de hacer, aunque si era efectiva. Lo que por medio había necesidad de contacto físico- Acaso dices eso de excusa para tocarme-
Tan directo como siempre, pensó Zachaly.
-Acaso hasta este momento te he hecho daño en algún momento. Si ves que me paso con el toque solo debes detenerme- su tono de voz sonaba sincero- No tengo otras intenciones. Vi a alguien morir de dolor debido a esto, no quiero pasar por eso de nuevo.
Asule no dijo nada y hubo unos segundos tensos entre ellos. Al final suspiró, entre pasar una noche terrible de dolor aun teniendo que trabajar al día siguiente y tener que soportar por unos minutos que toquen su cuerpo, la segunda opción no estaba mal. Además, las manos de Zachaly a pesar de ásperas, eran grandes, no debían sentirse mal contra su piel.
-Riki, ve de vuelta a mi habitación y espérame ahí. Iré en unos minutos. No repliques- fue una orden que dio por encima de su hombro.
Acto seguido se escuchó un chasquido de lengua y pasos alejándose dejándolos a ellos dos solos en aquella habitación aromatizada.
-Qué sea rápido- Asule le dijo al alfa dejando correr la manta hasta la altura de la cadera donde la amarró y se giró dejando descubierto todo su torso y espalda.
Zachaly se acercó tragando en seco sabiendo bien lo que tenía que hacer, aunque eso no le quitaba la tentación. Fue entonces que vio las heridas en la espalda del omega y alzó los dedos para repasar las heridas.
-Tú hermano hizo lo mismo. ¿Tan feas se ven?- Asule le preguntó por encima del hombro.
Zachaly tenía una expresión complicada en el rostro. La luz de las velas hacía un contraste en su rostro en el que Asule no podía descifrar que estaba pensando.
-Solo... que ella no deberían estar ahí- sus dedos se desplazaron por la curva de la espalda descendiendo hasta donde comenzaba la manta. Un impulso de seguir el recorrido debajo de la tela sabiendo que estaba debajo lo recorrió, pero se contuvo- Debimos haber llegado un poco antes.
-No fue culpa de ustedes, aún si son los que están pagando el castigo en este momento- Asule dejó caer un poco sus párpados- ya están ahí, no se puede hacer nada.
Zachaly lo sabía, pero aun así, ver a alguien como Asule, un ser tan hermoso ser mancillado de aquella forma lo hizo sentir impotente. Entonces un destello negro pasó por debajo de la piel del omega justo junto al dedo de Zachaly que le hizo estremecerse. El alfa entendió que en vez de llorar sobre la leche derramada era mejor tomar cartas en el asunto y centrarse en el asunto que tenía delante.
Dejando la piel de Asule que era tan suave como adictiva junto sus manos junto a su pecho recitando algo en voz baja. A pesar de que parte de su poder había sido sellado por el collar al menos creía tener el suficiente para ayudar a Asule en ese momento. Se alegró cuando sus palmas se pusieron calientes con la presencia de su cultivo en ellas creando una barrera adhesiva donde la energía del rayo se pegaría saliendo del cuerpo del omega y después la disiparía. Era una técnica que solo los alfas podrían dominar completamente dada su fuerza natural. Zacha la había practicado tantas veces que la podía hacer con los ojos cerrados. Sin embargo, el hecho de tocar al omega con sus propias manos era una distracción tentadora.
Lentamente puso sus manos sobre la piel del omega que lo sintió estremecerse casi de forma imperceptible ante el calor de sus palmas.
-Lo haré suave- dijo el alfa con un tono calmante. El proceso no era doloroso, pero si un poco molesto.
Primero pasó sus palmas por sus hombros absorbiendo la energía acumulada ahí que se iba pegando a sus palmas y disipándose. La respiración de Asule se había vuelto un poco sofocada y Zachaly se imaginó que la molestia no era poca. Era un omega que solía esconder lo que sentía así que realmente le debía haber dolido antes.
Masajeó sus hombros en el proceso apretando los puntos cerca de su cuello solo rozando con los pulgares su nuca, allí donde se encontraba el lugar más vulnerable de un omega. Con solo inclinarse podría enterrar sus colmillos y dejar su marca allí, la idea lo hizo relamerse los labios.
Detuvo un momento sus manos y las alejó de allí o sería peligroso. Fue descendiendo lentamente por su espalda tocando cada músculo bajo aquella piel porcelana, cada poro de su cuerpo exudaba los hilos de electricidad y tras eso podía ver como Asule deseaba moverse para alejarse de él ante la incomodidad.
-No me demoraré mucho- puso sus manos ahora por lo costados justos sobre las costillas de Asule y presionó.
ESTÁS LEYENDO
Locura de alfas/ Omegaverse/Trio
Werewolf-Siéntanse bendecidos alfas- el hermoso joven se acercó a aquellos dos alfas- Han conquistado el corazón de este cotizado omega. Responsabilísense- Ellos fueron Primero, conocidos. Después, mis sirvientes. Luego mis alfas Y por último, las personas...