Solo un poco más

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Asule no le respondió, pero su falta de respuesta le decía que si al alfa. Se imaginaba por todo lo que había tenido que pasar, él mismo y su hermano habían tenido que batallar para quitar aquel cinturón que la mantenía apretada y hasta a él le había dolido. Eso no era sano.

-¿ya terminaste?- Asule preguntó con los párpados pesados queriendo ya ir a descansar. Apenas podía sentir el dolor del rayo en su cuerpo, pero si el calor penetrante de las manos del alfa aun en su piel.

Zacha si había terminado, pero él quería, no, necesitaba hacer algo más.

-Solo un poco más. Puedes dormir, llamó a Riki para llevarte a tu habitación.

Asule alzó la ceja ante esto. No era como si pudiera quedarse dormido con un alfa entre sus piernas abiertas y tocando su cuerpo como quisiese, que solo necesitaba quitar un poco de tela para follárselo. No supo por qué, pero la idea hizo palpitar su cuerpo, específicamente en su pecho donde sus pezones ya rojos terminaron por ponerse erectos.

Él no se dio cuenta, pero el alfa sí. Sus ojos se habían posado en esa área nuevamente sus manos se dirigieron allí. Asule se crispó cuando ambas estuvieron encima de sus pectorales apretaron ligeramente.

-Shhh, ya estoy terminando- Zacha estaba extasiado de la forma en que la carne salía por entre sus dedos al presionar. Los pezones también y se veían tan rojos contra su piel. Estaba seguro que sabrían deliciosos dentro de su boca donde los lamería y pincharía con sus colmillos hasta tener al omega corriéndose debajo de él solo con eso.

Ambas manos de Asule apretaron sus muñecas, jadeaba cuando habló.

-Esto, no tiene nada que ver con lo anterior- le reclamó frunciendo ligeramente el ceño.

Zacha estaba consciente de ello, pero no retrocedería ya que estaba en ese punto. Masajeó de nuevo el área, esta vez pasando los pulgares sobre los pezones, Asule tembló y apretó los labios.

-Parte de proceso es relajar también tu cuerpo. Esto se siente bien ¿verdad?- Zacha habló suave, casi hipnótico. Si solo pudiera exudar sus feromonas tendría al omega borracho por ellas debajo de él- No te voy a hacer daño. Si esto te molesta, solo debes decírmelo.

A pesar de que decía eso deseaba que Asule no lo detuviese y para eso rozó otra vez los pequeños pezones erectos de forma suave y estimulante. Podía ver como la piel se erizaba bajo su tacto y el pecho de él subía y bajaba ante la estimulación.

Asule nunca había sentido algo como aquello. Era un sentimiento primitivo que sabía bien que estaba mal pero aun así no podía detener al alfa. Se sentía realmente bien y le quitaba la poca fuerza que le quedaba para luchar. Él podría quitar al alfa de encima de él si quisiese. Solo debería mencionar a su espalda y se acabaría el problema, sin embargo, no sentía amenaza contra su persona en ese momento.

El alfa solo... lo estaba haciendo sentir bien y su cuerpo estaba respondiendo. El dolor y la molestia que podrían quedar del rayo pasaron a un segundo plano y ahora sus nervios estaban alterados, pero más que todo por los roces de los dedos del alfa sobre la piel de su pecho que se abultaba entre ellos viéndose obsceno para atrayente a la vez.

-Asule- una vez en su cabeza resonó y supo que era su espada- ¿Dejarás que siga haciéndote esto?

El omega sabía que el camino que le habían enseñado era rechazar eso en ese momento, mas no quería. Algo se arremolina en su vientre y descendía hacia abajo donde la manta estaba abultada y escondía lo que tanto le avergonzaría enseñar. Si, tenía una erección debido a la estimulación y debajo de sus nalgas se estaba extendiendo un charco de su propia lubricación. Podía sentir su trasero palpitar como omega que era.

-Solo un poco más- jadeó en su mente y Meihua no puso objeciones, si su amo no quería que interviniera él no lo haría.

Zacha estaba complacido al no recibir rechazo y reforzó un poco más las caricias sobre los hinchados pezones. Lo mejor sería meterlos en su boca, pero eso sería cruzar una peligrosa línea. Además, había percibido que al omega no le faltaría mucho. Podía olerlo, tanto el líquido que estaba debajo de él como el preseminal. Y olía deliciosamente dulce, que lo hizo relamerse.

Rozó varias veces aquellos puntos rojos de un lado a otro presionándolos con los pulgares masajeando la piel debajo de ellos hasta que el cuerpo de Asule estaba temblando y jadeando y no faltó mucho para que las rodillas de este apretaran con fuerza su cintura.

Asule no dejó salir sonido de sus labios porque los apretó, pero sus dedos se encajaron en sus muñecas y se encorvó mientras el orgasmo lo recorría. La parte delantera de la manta se humedeció levemente con su corrida e hilos trasparentes bajaron por el borde de la mesa hasta el suelo del líquido que salía de su agujero palpitante.

La imagen y el olor fue tan excitante que tuvieron temblando a Zacha y a punto de perder el control, pero más que enfocarse en él tuvo que apresurarse y agarrar al omega que su cuerpo comenzó a caer de lado.

Lo abrazó entre sus brazos y tuvo que cerrar sus ojos ante la invasión del delicioso olor que salía de este. Debajo de él era un delicioso desastre. Quizás que el omega hubiera perdido por completo el conocimiento había sido una buena idea porque si no estaría en peligro. Al menos ese momento quedaría en la mente tanto de él como del omega.

Lo estrechó contra él disfrutando de lo pequeño que era embriagado por el olor sin pensar en la razón por la que estaba en aquel lugar. En ese momento solo era un alfa con un omega.

Mucho más tarde Riki lo escuchó llegar a la habitación con Asule en sus brazos que estaba cubierto por una bata y completamente seco. El beta no tenía buen rostro.

-Puedes revisarlo si deseas- Zacha le dijo entrando en la habitación y acostando a Asule con cuidado en la cama- No le hice nada que él no quisiese así que no me acuses con la mirada.

Riki aún estaba preocupado, pero al ver el rostro relajado de Asule en su rostro se calmó.

-Solo lo dejaré pasar esta vez- dijo antes de prestar toda su atención nuevamente a su señor 

Locura de alfas/ Omegaverse/TrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora