Capítulo 25

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Me encontraba rodeado de los brazos de hyung, meciendonos de un lado a otro aún de pie en nuestro escondite.

Apenas había llegado esa mañana al colegio, el peligris me encontró y me llevo con prisa para esa zona, abrazándome sin decir nada, solo dejando besos en mi cabellera y abrazando mi cuerpo con fuerza.
En verdad que al despertar esa mañana, esa actitud de hyung era lo último que había pensado que pasaría, yo creí que el chico solo lo pasaría por alto o esperaría hasta el final del día para hablar sobre lo sucedido.

Sabía bien que necesitaba de un abrazo, pero no era consiente de que tanto lo necesitaba y mucho menos de quién.

Mi cara estaba escondida en su cuello, percibiendo directamente del perfume delicioso que hyung usaba y que me gustaba mucho oler, un aroma para nada fuerte o empalagoso.

Depósito otro beso en mi cabeza, y uno más en mi mejilla antes de separarse solo un poco para poder verme a los ojos.
No mentiría diciendo que me sentía bien o que gracias a su reconfortante presencia ya no me sentía tan mal como el día anterior, pero por lo menos ya no me sentía tan fatal tampoco y sabía que lo iba a tener de apoyo siempre que lo necesitase.

-Se que no sirve de mucho, pero siempre voy a estar para ti, bien?

Asentí a sus palabras y le regale una sonrisa la cuál devolvió de inmediato. Una muy bonita gummysmile que me parecía tan jodidamente tierna.

-Muchas gracias, de verdad yo... -me interrumpí al escuchar algunas voces y pasos, al parecer caminando a dónde estábamos escondidos.

Con prisa tome la mano de hyung y lo lleve hasta el pequeño hueco donde nos habíamos escondido en una ocasión anterior, no cabíamos obviamente pero a diferencia de la última vez, en esta ocasión no era tan incómodo el estar así de cerca de hyung. Él entró primero pegando su espalda en la pared y sus manos recargadas en la pared frente a él, dónde yo me acomode entre ambos brazos dándole frente a sus bonitas mejillas sonrojadas por la cercanía.
A pensar de estar apretujados no nos parecía nada malo, además solo era para escondernos de quienes habían llegado a donde habíamos estado de pie minutos antes.

-Qué es lo que quieres? Estaba tomando un desayuno, idiota -esa voz sonaba bastante familiar, quien era?

-No me hables así, te dije que quería decirte algo importante y en privado y no querías. -Se escucho a ese segundo chico suspirar.

Las voces me parecían muy conocidas pero, por la distancia no lograba comprender quienes eran.

-Por que ya se que es lo que quieres, y mi respuesta va a seguir siendo la misma MinGyu, no quiero que te acerques a mi hermana.

-Por que no?! Al marica de Park JiMin si lo dejaste y de seguro hasta se acostó con ella y tú estás muy tranquilo!

Un quejido se escuchó de Peter Pan y después una carcajada de mi amigo. Al parecer MinGyu seguía detrás de EunJi, pero le pedía permiso a Tae para poder acercarse por fin a ella.

Que patético.

-Park jamás se metió con mi hermana, ellos no llegaron a eso por qué ambos siempre quisieron esperar al momento correcto. Y dejé que JiMin saliera con mi hermana porque lo conozco desde pequeños y se que jamás le haría ni un solo daño, es demasiado bueno como para herir a alguien de cualquier manera... y tú eres todo lo contrario además que solo le miras el trasero a todas las chicas, que me puedo esperar si llegara a dejar que te acerques a mi hermanita?

Mire a hyung, quien me observaba con sorpresa. Es decir, que Kim me defendiera sin ningún insulto de por medio era extraño, no recordaba cuando fue la última vez que me había defendido así.

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