Capítulo 4

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YoonGi

Termine con mi turno y avisé a mi madre que por fin me iría de aquel infierno -obviamente en broma.-
Mientras esperaba a que terminará de realizar una entrevista pude notar que el exterior comenzaba a oscurecer tan de repente, lo más seguro era que comenzaría a llover, pero eso no podía importarme menos.

A menos claro, que a mi madre se le ocurriera pedirme o exigirme que me llevara la sombrilla que teníamos guardada por si acaso. No hacía falta ninguna palabra para que mi madre pudiese notar que me desagradaba aquella idea, y en un intento por hacerla cambiar de parecer, mencioné que sería absurdo si me llevaba aquella porquería y no llovía, a si se la dejaba a ella para que se cubriera cuando cerrará por fin la pastelería.

-Y con qué te cubriras tú cuando salgas de aquí? -pregunte con un poco de esperanza. -Acaso tu marido vendrá por ti?

Me miro divertida. -No seas bobo, tu padre trabaja hoy hasta tarde y... -dio un breve vistazo hacía afuera por la ventana a nuestro lado.
Le extendi esa cosa haciendo que volviera la vista a mi.

-Tomalo, me apresurare a llegar a casa, lo prometo.



De acuerdo, probablemente había prometido ir directamente a casa, pero no estaba lloviendo y el clima frío me relajaba de tanto estrés que tenía después de ayudar en la pastelería. Te encontrabas a todo tipo de clientes allí, desde los más amables hasta los más caprichosos, y ese día no fue la excepción.

Decidí dar un pequeño paseo por el parque, tomando así tambien un camino más largo para llegar a casa, a final de cuentas no estaba faltando a mi promesa.

Durante mi caminata pude notar a un grupo de chicos riendo con mucha fuerza, ya los había visto antes y podía decir con su simple apariencia, la clase de personas que eran.
Si pasaba por allí, lo más seguro era que recibiría algunas ofensas a las cuales no les tomaba importancia, pero si me daba la vuelta me tomaría más tiempo y mi hermana le iría con el chisme a mi madre.

~Me dijo que si.
~Ya era hora, tanto tiempo soportando a uno de los idiotas de allí sin que te prestara atención.

Alcance a escuchar la conversación que esos chicos tenían, hablando sobre una chica y como esta había aceptado una cita del moreno. Pude haber continuado con mi camino, de no haber sido porque la chica de quien estaban hablando era de mi hermana.

Al parecer el imbécil ese la había invitado al cine, pero sus intenciones eran completamente lo opuesto a lo que le había hecho saber. De sólo pensar en las cosas que podría decirle o querer hacer fue suficiente para detener mi andar y hacerle frente.

-Que dices de mi hermana? -pregunte demostrando molestia, tomandoles por sorpresa.
Me miraron con burla y otros con un tanto de confusión.

-Ni creas que voy a dejar que alguien como tú toque o siquiera se le acerque  -amenace ganadome una mirada de odio del moreno que había presumido minutos antes de su éxito al invitar a mi tonta hermana a una cita.

-Esa cosita bonita es tu hermana? -se burló volviéndose a sus amigos, quienes le siguieron el juego.
Me tomó por sorpresa el golpe que soltó directo a mi pómulo en cuanto volvió a hacerme frente, haciendo que me tambaleara un poco en mi lugar.

Debi suponer que, en mi intentó por regresar el golpe iba a ser frustrado por sus amigos que se apresuraron a tomarme de ambos brazos para permitirle golpearme con mas facilidad.

-Veamos si eres tan bueno soportando los golpes, así como entrometiendote en asuntos ajenos. -No se me dio ni un solo segundo más para intentar sin éxito soltarme de los que me sostenían, cuando ya me había estampado otro golpe, esta vez en mi estómago logrando hacer que me doblara por el impacto.

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