¿Niño Bueno O Niño Malo? T.H.

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*Narra Jim*

El show de Ellen estuvo bastante interesante y divertido, todo estaba saliendo bien y T/N probablemente este destrozada ahora.

Alguien tocó la puerta.

- ¿Chicos puedo pasar? - Era Sarah.

- Adelante Sarah ¿Qué pasó? - Dijo Matt.

- T/N no se encuentra bien. - Dijo cabizbaja.

Se suponía que Matt y yo no sabíamos nada de lo que pasaba con T/N y Tom, así que no debemos preguntar demasiado.

- ¿Qué es lo que tiene? - Pregunté.

- Umm. - Sarah dudó un poco. - Esta algo resfriada y triste.

Eso es maravilloso.

- ¿Por qué tendría que estar triste? - Aparenté curiosidad.

- Umm porque no quería estropear el viaje a París con su estado de salud.

Es una excusa muy poco creativa, pero no podía decir nada más.

- Quizá deba hablar con ella.

- No lo creo Jim, ella quiere estar sola un momento.

- Podríamos hacer algo mientras ella descansa. - Matt trataba de disimular.

- Vayamos por algo de comer, aquí al frente hay una cafetería. Podemos traerle algo a T/N de ahí. - Debía darle su tiempo de dolor a T/N antes de continuar.

- Suena bien Jim. - Sarah se paró y se dirigía a la puerta.

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Desperté con la cara mojada y los ojos hinchados, a penas pude ver que ya había anochecido. Tomé mi teléfono y vi que eran las 10 pm. Quise que todo lo que había visto hace unas horas fuera solo un sueño, una pesadilla de la que acababa de despertar, pero no era así. Yo no era nada para Tom.

El me dijo que se encargaría de todo, el me dijo que ya no sentía nada por Nadia, el me dijo que me necesitaba en su vida.

¿Todo era una mentira?

¿Qué necesidad tenía Tom de decir todas esas cosas? Quizá su manager se lo hubiera obligado, o Nadia este furiosa con el.

Pero Tom no es así, por lo menos hasta donde lo conocí. Esperaba más de el.

Abrí los mensajes de mi teléfono y entre en el chat de Tom. Ya había registrado su número de teléfono, pero... ¿Qué se supone que iba a decirle?

Necesitaba otra cosa, y la solución paso por mis pensamientos y me dispuse a que se haga realidad.

Me levante de mi cama y vi que tenía un café y un pastelillo en la mesita de noche. Estaba muerta de hambre. Tome mi café y comí mi pastelillo. Me puso ropa algo decente para salir y me dirigí a la habitación de los chicos.

Toqué la puerta y abrieron al instante.

Al parecer estaban disfrutando de una charla.

- ¿T/N estas bien? - Pregunto Jim parado en el umbral de la puerta. 

- T/N deberías descansar, así pasará más pronto su resfrío. - Sugirió Matt.

- Salgamos a beber. - Dije con cara de pocos amigos.

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*Discoteca "Le Roméo París" - 3:45 am*