Despedida

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- Estuvo muy rico lo que me hiciste Tom.

- Sabía que te iba a gustar T/N, soy bastante bueno en la cocina. - Dijo Tom mientras alardeaba.

- Gracias voy responderme a mi mensaje de Instagram y aceptar hablar conmigo. - Agregué.

- No hay de que bonita, yo estoy encantado de verte... y quisiera hacerlo siempre... pero ¿no era más fácil enviarme un mensaje de texto?

- Si, no lo hice, por miedo a que las cosas se salgan de control y el público se entere. - Baje la cabeza un poco triste.

- Hey, no te preocupes ¿si? No tengas miedo de enviarme un texto cuando quieras... todo el tiempo incluso.

- Pues me parece que será la única manera de comunicarnos. - Dije asustada.

- ¿De que hablas? - Tom parecía preocupado.

- En dos días me voy a París, Tom.

- ¿Qué?

- Así es... mi viaje debe continuar. 

- No puedes irte T/N. - Tom estaba asustado y triste.

- Lo siento Tom, pero el tiempo no puede detenerse, no sabes lo feliz que me hizo conocerte y que pasaran estas cosas contigo fue lo mejor que me pasará en la vida... pero debo seguir. Tu tienes tu vida hecha aquí y yo tengo la mía en Atlanta.

- Te necesito T/N. ¿Qué piensas hacer cuando acabes la universidad?

- Pues... conseguir trabajo, mudarme, no lo se.

- Esperaré por ti T/N no me importa lo que pase, debo volver a verte.

- Es muy lindo lo que dices Tom, pero tu debes seguir con tu vida, quizá de aquí a un mes ni te acuerdes de mi.

- Eso es imposible T/N. Tu no te preocupes que yo me encargaré de todo.

No se que quiso decir Tom al decir que el se encargara de todo, pero ya lo íbamos a averiguar, mientras tenía que aprovechar mis últimos momentos con el antes de seguir con el viaje. Después de comer nos dirigimos al sofá para hablar un poco más de nosotros y pasar un buen rato.


Abrí los ojos y todo estaba borroso, vi por la ventana y se veía toda oscura. Giré mi cabeza hacía el otro lado y note que había un abdomen blanco y marcado en mi cara, olía bastante bien y estaba caliente, hasta que me di cuenta que estaba encima de Tom y era tarde.

- No puede ser ¿Qué hora es?

- ¿Ah? - Tom seguía adormilado.

- Es tarde Tom, debo ir al hotel o Sarah me matará.

Tom abrió los ojos y entendió todo. Estaba sentada encima de el y me tomo de la cintura y me veía fijamente.

- ¿Qué tanto me ves Tom? Hay que irnos. - Dije mitad asustada y mitad divertida.

- Es que eres muy hermosa. Te extrañaré.

- Y yo a ti bobo. - Me incline y le di un tierno beso en los labios.- Pero será mejor que nos demos prisa.

Tome mi teléfono y vi que era las 10:18 pm. No puede ser, que tanto paso para quedarnos dormidos. Vi también que tenía 20 llamadas perdidas de Sarah. "Esto no es bueno" pensé.

Me levante y me puse los zapatos y tome mi bolso, sentía un poco de frío al no estar acurrucada en los brazos de Tom y me abrace a mi misma para entrar un poco en calor.

Tom se levanto y se puso su camiseta y una sudadera y tomo las llaves de su auto que estaban el mesón de la cocina.

- ¿Todo listo bonita? - Dijo Tom acercándose a mi. Me encanta que me diga cosas lindas.

- S-Si, t-todo list-to. - Dije tartamudeando por el frío. Solo llevaba puesta un crop top, no pensé que estaría aquí hasta tarde.

- Oooh bonita, tienes frío. Espera aquí iré a traerte algo. - Tom subió por las escaleras y desapareció.

- Gracias bebé.

¿Qué? ¿Le dije a Tom bebé? ¿Qué demonios esta pasando conmigo? "Aún no somos nada, el tiene novia, maldita sea" dije para mi misma y me puse roja de la vergüenza.

- Oh por Dios ¿Me llamaste bebé? - Tom se detuvo en las escaleras.

- Tal vez.

- Oh. - Tom estaba sorprendido.

- ¿Esta bien?

- Si, esta bien. Me gusta.

- Cool. - No supe que más decir.

Luego de dos minutos baja Tom con un hoddie en la mano.

- Póntelo bonita, no quiera que te resfríes.

- Gracias Tom.

- ¿Qué ya no me dices bebé? - Tom hablaba en tono de burla.

- Cállate, no me molestes... bebé. - Puse mis ojos en blanco.

Tom me abrió la puerta del auto y se inclino encima de mi para ajustarme el cinturón de seguridad.

Ya conozco su juego tramposo, esto no se quedará así.

Lo tome del brazo cuando estaba por pararse y cerrar la puerta...

- Tom, ¿puedes ajustarlo un poco más? por favor. - Dije en tono seductor y tierno. Además de no quitarle los ojos de encima.

- Claro preciosa. - Se inclinó y paso su manos por mi pechos mientras ajustaba el cinturón y lo recorría hasta pasar por mi entrepierna.

- No tengas miedo Tom, no muerdo.

- Alguien quiere jugar ¿Verdad? - Tom se había acercado a mi cuello.

- Tal vez.

Me miró a los ojos y me beso con mucha pasión y fuerza, además de darme pequeños besos en el cuello.

- Me encantas Tom. - Dije entre gemidos.

- Y tu a mi preciosa.

Después de media hora en el auto de Tom hablando de la vida y de todo un poco llegamos al hotel y no tenía ganas de despedirme de el.

- Bueno, creo que esto es todo. - Dije en tono triste mientras salía del auto.

- No digas eso bonita. Encontraré la manera de verte y estar contigo.

- Gracias Tom, gracias por todo.

- Gracias a ti T/N, por todo lo que hiciste por mi. Por demostrarme que en el mundo hay personas reales y que yo puedo ser una de ellas estando contigo.

Me acerque y le di un largo abrazo, no sabía cuanto tiempo iba a pasar hasta darle otro.

- Fuiste lo mejor que me pudo pasar en este viaje.

- Tu eres lo mejor que me paso en la vida.

Nuestros labios se unieron nuevamente de manera tierna.

- Toma tu hoddie. - Comencé a quitármelo.

- No, no, quédatelo T/N para que pienses en mi. Y será una buena excusa para volverte a ver.

- Gracias... bebé. Te extrañaré.

- Y yo a ti. No te preocupes bonita. Que yo me encargaré con lo de la prensa y con lo de Nadia.

- Gracias, perdón por meterte en tantos problemas.

- Querer estar contigo no es para nada un problema.

- Buenas noches Tom. Te quiero.

- Buenas noches preciosa. Yo te quiero más.




¿Niño Bueno O Niño Malo? T.H.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora