¿Niño Bueno O Niño Malo? T.H.

Incertidumbre

Dos semanas habían pasado desde el accidente y la muerte de Jim, a veces tenía pesadillas sobre eso, y solo me veía volando alrededor de miles de partes de vidrios rotos o piezas de autos hechas pedazos. Sentir la mano de Tom mientras dormía era lo único que necesitaba para calmarme.

- ¿Ya tienes todo listo? - Tom se acercaba a mi con un plato de cereal en la mano.

- No. - Dije sin más.

- ¿Qué te falta? - Tom estaba confundido.

- Que entres a mi maleta. - Esboce una pequeña sonrisa sin mucho ánimo. 

Tom cambio su expresión a una un poco triste, pero trataba de disimular.

- Hey, preciosa. - Me abrazó por la cintura. - Verás que todo estará bien.

Lastimosamente ya debía volver a Atlanta, mi familia estaba preocupada por mi, a pesar de que ya estaba casi recuperada de todos los golpes o fracturas de mi cuerpo. Mi familia insistió en verme, al igual que Sarah y Matt, no sabían que iba a quedarme más tiempo del pensado en casa de Tom. 

- Ya lo se, pero aun así tengo miedo. Tengo miedo de llegar a casa, de como me trataran en la universidad, y tengo miedo que te olvides de mi.

- Oye, me ofendes. - Tom puso una cara seria. Casi te pierdo una vez, no lo hare dos veces. Eres lo único que quiero.

- Gracias bebé. - Le di un tierno beso en la mejilla. Espero que funcione.

- Va a funcionar. Lo prometo.

"London City Airport - Private Jet Centre - 11:45 am"

Mientras subía al avión privado de Tom, recordaba cada detalle de este fabuloso viaje. Como las cosas pueden llegar a cambiar en un segundo, de tenerlo todo a no tener nada, y viceversa. Cada escalón que subía era más pesado que el anterior. 

No quería dejar este país, esta ciudad, a la persona que más amo en el mundo. No quería volver a mi patética vida, que estoy segura que no volverá a ser igual.

Salude al capitán y a los asistentes de vuelo del avión y me acomode en un sillón del avión. Tom se sentó enfrente de mi.

- Por lo menos será un vuelo largo. - Tom sonrió un poco. 

- Me pregunto que haremos con tantas horas en los aires. - Hable con sarcasmo.

- Se me ocurre un par de cosas. - Tom tenía una mirada picara. 

- No creo que sea posible. - Dije en una pequeña carcajada.

- Tal vez deberías ver detrás de ti. 

Me levante confundida y pude ver al final del pasillo del avión una puerta. Me acerque para abrirla y vi una habitación espaciosa con una gran cama en el centro. 

Ya entendí.

Volví a mi asiento riendo por lo bajo mientras me colocaba el cinturón de seguridad.

- Eres un niño malo Tom Holland.

"Cinco horas después"

- Ten esto por favor. - Tom estaba envuelto entre las sábanas mientras me extendía una pequeña caja que había sacado de un cajón a lado de la cama.

Supuse lo que era, así que no hice mucho reclamo, ya que mis esfuerzos en decirle a Tom que no era necesario no sirvieron de mucho.

- Gracias pequeño testarudo. - Dije riendo. - Te dije que no era necesario, pero lo aprecio. 

- Lo siento preciosa, es justo y necesario. Necesito saber que estarás bien y hablar contigo a diario. - Tom se inclinó y me dio un tierno beso.

- Esta bien. - Dije sin más. No te voy a negar que querré hablar contigo todo el tiempo.

- Sera mejor que salgamos de una vez. Nos extrañaran en la cabina.

- No quiero irme. - Me tape bajo las sábanas como una niña chiquita.

- Yo soy el último que quiere que te vayas preciosa, si fuera por mi te secuestraría sin pensarlo. - Tom empezó a hacerme cosquillas por fuera de la sábana.

Una vez sentados con el cinturón de seguridad puesto, tomaba un jugo de naranja mientras el aterrizaje se acercaba. Veía a Tom con su celular en la mano mientras deslizaba los dedos, probablemente este matando el tiempo en Twitter o Instagram. 

Sin ningún aviso, siento mi nuevo teléfono vibrar. Lo tomé y era un mensaje de un contacto con el nombre "Tom". Abro el mensaje y sonrio al leer el contenido.

-"Te ves tan hermosa tomando ese jugo".

Volteo a verlo con una cara de ternura, no mencionamos palabras para las miradas hablan por si solas. 

De repente oímos al cápitan por los parlantes del avión.

- Atención pasajeros estamos por aterrizar en el Aeropuerto internacional de Atlanta. Favor de colocarse los cinturones de seguridad y reacomodar los espaldares en forma vertical.

Procedemos a ponernos los cinturones mientras me concentro para llegar a mi ciudad. No se que iba a pasar después de todo esto. Estaba algo asustada.

"Aeropuerto Internacional Hartsfield - Jackson - Atlanta - 8:03 pm"

- Queridos pasajeros, sean bienvenidos al Aeropuerto internacional de Atlanta.

- Hora de irnos, dije con una mirada triste.

- Ven preciosa.

Bajamos del avión y nos dirigimos a un auto que nos estaba esperando a lo lejos, cargaron mi equipaje en la parte de atrás y nos fuimos.

¿Y ahora que?

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A tod@s mis lectores, una disculpa por dejar la historia tan inactiva, tuve problemas con la cuenta pero ya la recuperé, espero que disfruten lo poco que queda de la historia. Los quiero <3 y gracias :3