Juego de Corazones 💘 (Namseok)

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Cuando llegamos a la cafetería fui a ordenar, pedí un café para Namjoon, su favorito, en todo ese tiempo, Nam estuvo muy serio, trataba de hacerle conversación, pero no me prestaba atención, parecía tan fuera de si; Intuí que era por el inicio de las clases, aunque siempre era genial ver a tus amigos a veces la escuela era algo pesada, no le dí más vueltas al asunto, por qué estaba ahí, compartiendo mesa con Namjoon y siendo amigos como siempre, todo estaba bien entre nosotros,y eso era suficiente para hacerme feliz.

Pero, mi alegría se esfumó cuando los días siguientes a ese, Namjoon seguía con esa misma actitud, siempre parecía tan serio y pensativo, a pesar que pasábamos tiempo juntos apenas hablábamos, incluso sentí que nam me estaba evitando, no era lo mismo, no se sentía bien. Trate muchas veces de preguntarle si estaba bien, si pasaba algo, si había algo que le incomodar a o molestará, él siempre lo negaba, sin embargo, seguía pasando, seguía huyendo y no sabía por qué. Muchas veces intentaba salir por la tarde con él a algún sitio pero siempre estaba ocupado, pareciera que no sobrara tiempo para mí en su apretada agenda, por lo que poco a poco deje de insistir.

¿Por qué Namjoon se estaba comportando de esa manera conmigo?, tal vez sería que no se había tragado mi cuento de que estába confundido, creía que aún sentía algo por él y por eso me evitaba, si era eso, lo mejor era mantenerme al margen y darle su espacio, si seguía insistiendo no haría más que darle razón a sus sospechas, sospechas que no eran verdad, por qué yo estaba completamente seguro que había superado lo que sea que sintiera por Nam.

Aún si quería darle su espacio un dolor agudo cruzaba por mi pecho, ¡quería tanto que las cosas fueran como antes!, pero justo ahora parecía como si se hubiese levantado un gigantesco muro entre nosotros, un muro de indiferencia, aunque todo pareciera normal, en el fondo sentía que no era así, Namjoon y yo hablábamos continuamente, pero siempre tenía que ver algo con la escuela, pareciera como si no tuviéramos nada más en común, y a pesar que almorzaramos juntos todos los días se sentía como si en realidad no estuviese ahí, como si en realidad estuviésemos a mil kilómetros de distancia, como si no lo hubiese visto en mucho tiempo, y lo extrañaba, extrañaba a mi Namie...

Sabía que eso no estaba bien, y aún así no me atrevía a hacer nada para cambiarlo, por qué tenía miedo, tenía tanto miedo de su rechazo, tanto que prefería dejarlo así, prefería mil veces estar a medias, que no estar.