Sean.
Noviembre 8, 2017.
Oakland, California.
Uno piensa, que, como estrellas, estamos acostumbrados al montón de personas que vociferan nuestro nombre, a las muestras de afecto y a que la atención este en nosotros. Cuando la verdad es, que nunca terminas de hacerlo. Cuando crees que ya no puedes sentirte más nervioso, debido al largo tiempo que llevas en la cancha o campo de juego, vez a todas estas personas y te sorprendes.
Parece irreal.
Desde pequeño, he disfrutado ver a mis hermanos crecer. He estado ahí para apoyarlos, he sido el hombro en el cual lloran y la persona en la cual se apoyan. Tanto Sasha como Steven, ambos han peleados sus batallas de manera distinta, muy diferente a la mía.
Mi camino, podría decirse que fue fácil al comienzo. Lo tenía todo para ser una de las grandes estrellas de la NFL. Fui la primera selección del draft, en mi primer año rompí un récord y recibí el MVP al novato del año.
Después vino la lesión, de la cual logre sobreponerme a pesar de las bajas esperanzas que se tenían. El equipo en el que creí siempre pertenecería, no confió en mí y optaron por cambiarme.
Mi historia y la de Steven son completamente diferentes, y esa, es la razón más grande por la cual siento un absoluto respeto hacia mi hermano menor. Porque él tuvo que enfrentar muchísimos más obstáculos, a una edad temprana.
Verlo siendo el jugador y hombre que es actualmente, llena mi pecho de un orgullo que hace que duela. Un dolor que gustoso, soporto. Escuchar como los niños gritan su nombre y adolescentes expresan emocionados que quieren ser como el, es lo mejor que mis oídos podrían escuchar.
Steven ha roto el estereotipo de lo que se creía era un verdadero jugador. Ha cambiado la manera en la que se juega al baloncesto, se ha convertido en una leyenda. Y aun con todos esos logros, sigo viendo a ese pequeño niño de cinco años, que todo lo que quería era tener una pelota entre sus manos.
Si tengo la oportunidad de venir a uno de sus partidos, no lo voy a pensar dos veces. Disfruto verlo hacer todo tipo de jugadas y tiros fuera de este mundo, y más aún, alardear sobre ello.
—¿Sean? — una voz angelical, dice mi nombre. Miro a mi derecha, encontrándome con una cabellera rubia.
Mi corazón se acelera, aun cuando sé que no se trata de ella.
—¡Ey! Miren quien está de vuelta en la bahía— diferente a la última vez que la vi, lo cual fue en la boda de mi hermano, su cabello esta vez se encuentra un poco más largo.
No me acostumbro a verlo de esa forma cuando desde que la conozco, ha sido de cabellera larga.
Me acerco a envolverla en un fuerte abrazo. Me pone feliz volver a verla. Steven comento que se encontraba de vuelta y que no lo había hecho sola, sorprendiendo con la historia.
Miro detenidamente su rostro, verificando que se encuentre bien. Y lo hace.
Luce mejor de lo que me esperaría después de la experiencia que tuvo.
—¡Oh! Eres la única a la que aún no presento— tomo la mano de Cass—. Ella es Cassandra, mi novia. Cass, ella es el ángel de los guerreros, Charlotte Wings.
ESTÁS LEYENDO
Descifrando el Juego (Completa) (#1 San Diego)
RomanceSean Collingwood se ha ganado la reputación que tiene a base de mucho esfuerzo. Con una carrera esplendida, Sean tiene todo lo que ha querido en la vida. Encontrar con quien pasar la noche no es un problema para él, lo difícil es, con quien pasar el...