Capítulo Veintiocho: Revelaciones

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Hannah

Diciembre 2, 2017.

San Diego, California.




He llegado de nuevo a un punto en lo vida en el que no sé qué hacer. Creí que la adolescencia junto con la pubertad se llevaría todo eso, pero no es así.

Nuevamente he recibido una bofetada, y no sé si debería regresarla o sobarme.

Levantarme de la cama es difícil y no porque me encuentre agotada, sino porque no quiero ir a trabajar. Pero, de nuevo, no es por falta de interés, sino por falta de valentía.

¿Qué es lo que le diré a Sean? ¿O que es lo que haré cuando lo vea? Ahora sí, ya no puedo dejar que el tema pase, hacerlo a un lado o hacer como que nunca existió.

Porque lo hace.

Nos vemos besado tres o cuatro veces.

Hay una fuerte tensión alrededor de nosotros.

¿Cómo pasó?

Lo había hecho bastante bien ¿Cuándo se salió de control?

Pero esa no es la peor parte, sino que he besado y casi lo hago con un hombre con novia.

Después de lo sucedido con los Washington entrometerme en una relación era lo que menos deseaba, no lo deseaba en absoluto. Pero mi deseo es sobrepuesto a cualquier intento de negación, y siendo quien es la razón de ello, me ha sido de nuevo inevitable caer.

Es hora de comenzar a ser sincera. Primero conmigo misma y después con los que me rodean.

He tenido el tiempo suficiente para pensar, es solo que el miedo y mi terquedad se han interpuesto, golpeándome con la duda.

—Esto me está volviendo loca— mi celular suena. Esta vez no es la alarma, es una llamada de Amber—. ¿Hola?

—Lo siento ¿Te desperté?

—Ya estaba despierta. No te preocupes ¿Qué sucede? ¿Todo bien con el bebé?

—Todo está bien. No te preocupes.

—Es el mes.

—Lo sé— se escucha como contiene la respiración—. Este es el mes. Mi bebé pronto estará en nuestras manos.

—Envidio a Steven. Ahora tendrá a dos mujeres a su lado. Debe estar en el cielo.

—Sí, pero algunas veces se cae.

—¿Nervioso?

—Por más que me digo que es normal sentirnos de esta manera, la sensación sigue estando ahí ¿Crees que con un segundo hijo sea diferente?

—¿Todavía no nace el primero y ya piensas en el segundo? Qué envidia. Tu vida a lado de Steven debe ser muy buena si ya piensas en un segundo niño.

—No todo el tiempo estamos bien, pero las peleas no hacen más que hacernos fuerte ¿No parece un chiste? Las peleas hacen que nuestro matrimonio fortalezca.

—Siempre que vemos a la abuela, mamá le recuerda lo que le dijo cuándo pensó en tener un segundo bebé.

—¿A Candace? ¿Qué le dijo?

—Que el segundo se resbalaba— suelto una risa—. La cosa es que Candace tardado cerca de dos días en salir. Y yo solo unas horas.

—Eso explica porque tu hermana es tan terca, pero ¿Qué tu abuela no tuvo cinco hijos?

Descifrando el Juego (Completa) (#1 San Diego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora