Capítulo Veintinueve: Orgullo, borrachas y borracheras.

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Hannah

Diciembre 10, 2017.

San Diego, California.




—¿Qué te parece este?

—Es bonito— dejo de sonreír y frunzo el ceño.

—Eso dijiste de los anteriores.

—Todos son bonitos. Llevemos cualquiera. Mi madre no es una mujer exigente— me deja con la palabra en la boca, adelantándose en el camino.

Se ha comportado de esta forma desde que salí de la oficina de Asher. Sé que está molesto, ni siquiera me dejo darle una explicación porque cuando intentaba hablar me interrumpía diciendo cosas al azar.

Pensé que quizás se le pasaría al siguiente día. Aunque una pequeña parte de mi tenía el temor de que ni siquiera fuera o quisiera verme, o hablar. Pero lo hizo.

¿Qué diferencia hace si su actitud es esta?

Sé que tengo un poco de culpa. Debe sentir que lo puse por debajo de Asher, pero si no hablaba yo, Sean no me hubiera dado oportunidad y habría terminado por llamar a la policía.

No va a dejarlo pasar con facilidad. Va a hacer algo. Lo conozco.

Hoy me llamó para decirme que su madre nos había invitado a una cena. Cuando le explique el porqué de tan repentina invitación simplemente se encogió de hombros e insistió en que deberíamos llevar algo.

No sé de qué se trata, por lo que no puedo saber si lo que estoy llevando es correcto o no. Y ese inmaduro no me ayuda con su infantil comportamiento.

Las piernas me duelen de tanto caminar. Hemos pasado a cada tienda dentro del centro comercial, pero aún no hemos comprado nada, y tampoco ha querido comer nada. Mi estómago grita comida. Puedo oler la comida del comedor desde aquí.

Me apresuro a llegar a su lado cuando entra a otra tienda. Esta vez es una de ropa.

¿Es su cumpleaños?

Hemos entrado hasta a automotrices que ya ni se.

Mejor debería enviar un mensaje a Amber y preguntar. Ella debe de saber la razón de su invitación.

—Buenas tardes, señores. ¿Puedo ayudarlos en algo?

—Esta...

—No, gracias. Primero miraremos— la chica asiente, dejándonos realizar nuestra actividad.

Como en todas las tiendas. Sean solo mira la ropa por unos segundos y después vuelve a dejarla. No se nota que le interesen y tampoco parece que vaya a comprar algo.

He salido de compras con Candace muchas veces. Sé cómo se ven las personas que lo hacen por gusto y a las que no les interesan. Mi hermana ama salir de shopping.

Mientras veo los vestidos, la publicidad llama mi atención.

¿Te gusta el diseño de modas? ¿Tienes talento para crear tu propia ropa? ¿Imaginación? Entonces este concurso es para ti.

—Diseño de modas. Sería perfecto para ella.

Han pasado más de dos años desde la última vez que la vi.

Todavía puedo recordar su rostro esa noche. No sabía porque estaba ahí y yo tampoco.

Nunca tuvo control sobre su vida, en especial desde la llegada de Wanda, pero una parte de mí siempre deseo que lograra escapar de ellos y se dedicara a lo que de verdad le apasionaba.

Descifrando el Juego (Completa) (#1 San Diego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora