Hannah
Agosto 17, 2017.
San Diego, California.
Este estadio es mucho más grande que el Oracle, el cual conozco de pies a cabeza.
Puede que no haya pasado gran tiempo allí, pero de las veces que iba con papá, antes de decidir volar a New York, logre conocer cada rincón de ese majestuoso lugar que se ha llenado de celebraciones, lágrimas y gritos de júbilo ante la victoria más reciente de su equipo.
Pero este no es el Oracle, y el primer y único tour que me dieron hace una semana no fue suficiente para dejarlo grabado en mi memoria.
Una ida al baño, solamente quería ir al baño y termine perdiéndome desde de ingresar por la segunda puerta ¿O fue la tercera?
El caso es que cuando intente regresar, no sabía por dónde hacerlo.
Todo aquí es igual, las puertas, las paredes, mierda creo que incluso los empleados son los mismos.
Hace como diez minutos que pase el área de alimentos.
No se supone que un estadio sea así de complicado ¿A quién se le ocurrió diseñar un laberinto y hacerlo pasar por estadio de fútbol?
E ingresado por dos puertas más, he dado como diez giros en cada esquina que me topo y aun no logro encontrar mi oficina. Lo peor es que no he podido ir al baño.
Escucho el sonido de un conjunto de voces, voces varoniles. El sonido proviene del otro lado de la única puerta ubicada frente a mí y que, por encima de ella, con letras blancas, tiene escrito "cuarto de pesas".
No es difícil adivinar que se trata del equipo ¿Quiénes sino ellos, se encontrarían en esa habitación?
Miro el reloj atado a mi muñeca. Si, deben ser ellos. Aquel día en que Sean me ayudo a acomodarme, platicamos de muchas cosas, por supuesto que entre ellas estuvo el equipo, en donde me dijo lo que hacían ciertos días.
Hoy, por ejemplo, les toca cargar pesas. Así que sí, los de allí dentro deben ser ellos.
Al igual que a su hermano menor, para Sean Collingwood los tigres de San Diego son parte vital, importante e indispensable para su vida.
Desde que me ayudo con Wanda y su esposo, admito que comencé a interesarme en Sean. Siempre lo he considerado un hombre del tipo que no encuentras todos los días. Y no solo por su aspecto físico, sino por la cantidad de mentiras en la que su fama se ha solidificado.
Recuerdo haber estado en casa, viéndolo desde la pantalla de la sala, cuando sufrió la fractura en su muñeca lanzadora. Después, los medios comenzaron a especular mucho acerca del rumbo que tomaría su carrera ante las bajas expectativas que se tenía sobre su regreso y la forma en como lo haría.
Recuerdo también, haber escuchado por la radio el cambio que su actual equipo había hecho, transfiriéndolo a California por el actual quarterback del mismo equipo.
Lo recuerdo porque todo lo que se veía en casa, o con mayor frecuencia, eran los programas de deportes.
Creo que tenía unos quince o dieciséis años.
Desde esa noche en la fiesta de celebración, pude sentir que Sean era mucho más de lo que estaba haciéndole creer al mundo, pero tenía tantos problemas personales que meter externos, no era algo que necesitase.
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Descifrando el Juego (Completa) (#1 San Diego)
RomanceSean Collingwood se ha ganado la reputación que tiene a base de mucho esfuerzo. Con una carrera esplendida, Sean tiene todo lo que ha querido en la vida. Encontrar con quien pasar la noche no es un problema para él, lo difícil es, con quien pasar el...