Capítulo Cuarenta y Dos: No puedo perderla.

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Sean

Enero 21, 2018.

San Diego, California.




Estoy cansado. Muy muy cansado, al menos de forma física. Porque mentalmente, nunca me había sentido más fuerte.

El partido de final de conferencia que disputamos hace algunas horas, son los tipos de encuentros que más satisfacción te otorgan si logras salir victorioso.

No me malentiendan, una victoria es una victoria, sin importar como se haya dado. Pero hay partidos, los que te cuestan, los que sufres y los que logras ganar con inteligencia, garra y corazón, que hacen que te sientas plenamente feliz y satisfecho.

Por tercera ocasión, de manera consecutiva, estamos en un super bowl.

Podemos ser tricampeones y convertirnos en el único equipo en la historia de la NBA en conseguirlo.

Tendremos que jugar mejor de como lo hicimos hoy. Tendremos que jugar perfecto.

Estoy feliz y no puedo dejar de sonreír. Aun cuando mañana el mundo podría descubrir que soy el dueño de WOOD, uno de los dueños. Kenneth también lo es, aunque no le guste admitirlo.

Tamboreo al ritmo de la música. Carajo, debo felicitar a estos chicos por lo exitazo que ha sido su canción debut. Ansío escuchar lo que tienen preparado, pero por ahora, dejo que mi cuerpo se mueva al ritmo de la música.

Entro al estacionamiento del equipo, deteniéndome cerca de la que, desde mi perspectiva, es la entrada a las oficinas. Busco a Hannah o Asher. No sería difícil encontrarlos dado que hay muy pocos autos estacionados.

Deben ser de los chicos que decidieron tomar un taxi para ir a casa, en lugar de manejar por su cuenta.

No los culpo. Hay veces que hago lo mismo, o pido a uno de ellos que me lleve. Como fue el caso de Ian, aunque él, ni siquiera trajo su auto.

Esta equipándolo para hacerlo seguro para la pequeña Jules. La faceta de padre le sienta bastante bien.

Por ahora sigue siendo el mismo Ian. Sigue coqueteando con mujeres y viendo la vida como siempre lo ha hecho, pero consiente de que hay una personita que lo espera en casa.

Creo que con el tiempo ira dándose cuenta del peso de esa responsabilidad. No digo que dejara de ser él, sino que madurara.

Steven dice que cuando uno es padre, la vida es diferente. Uno mismo se siente diferente.

Todo fue tan repentino para Ian.

Un día es encerrado en el armario de la casa de Austin por sus compañeros de equipo, al otro se entera que la única mujer que ha amado murió y ese mismo día, descubre que es mujer le dejo a su hija.

Normalmente los padres se preparan para la llegada de un hijo. Tienen nueve meses para planear todo, para prepararse mentalmente, para afrontarlo.

No Ian.

El solo tuvo unas horas. Y, aun así, lo ha estado haciendo bien.

Se convertirá en un gran padre. Tiene a su familia, quienes ya tratan a la pequeña como una más, y nos tiene a nosotros. Que siempre lo apoyaremos. La familia siempre apoya a sus integrantes.

Busco de nuevo a las dos personas que deberían estar aquí. Miro el reloj en la radio. Me llevo menos de media hora ir a dejar a Ian. Ayudo mucho que no hay casi autos a esta hora.

Descifrando el Juego (Completa) (#1 San Diego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora