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Por la mañana durante clases, después de dejar el cementerio, me mantuve muy al pendiente de Luke porque sabía que era un día que lo ponía en un estado de bajos ánimos, pero él pareció estar tranquilo. Continuó como si fuera un día más aunque muy en el fondo no estuviera tan alegre como siempre lo estaba.

Conocía el sentimiento agridulce de tristeza al recordar un familiar fallecido, yo misma lo viví cuándo mi madre murió. Recibí el apoyó de mis amigos, sobre todo el suyo, Luke estuvo para mi cuando tenía diez años y mi madre falleció de un infarto. Así que comprendía el bajón emocional que atravesaba hoy, porque yo misma había sido víctima de ellos.

Me encontraba en mi casillero para cambiar el libro al de mi siguiente y ultima clase que era literatura, y Brina estaba a mi lado hablando sobre el baile escolar. Ya tenía su vestido e iría acompañada por Miles, aquello había sido algo que no me esperé puesto que mi amiga no parecía ser el tipo de chica en el que alguien como Miles se fijaría, pero me alegraba muchísimo por ellos.

Por mi parte yo seguía esperando una invitación que solo sucedería en mis sueños.

—Oye Lexi —murmuró la castaña, tomándome por el hombro. En cuanto volteé a mirarla me percaté de que se encontraba mirando en otra dirección y por mera curiosidad seguí el mismo punto en el que paraban; di con Ashton y una chica que conocía; una amiga un poco distante—, ¿Has visto como Ana mira a Ashton? Ella no debería estar coqueteando con él porque es tu amiga y además conoce tus sentimientos por él.

La rubia le estaba coqueteando, conocía esas señales a la perfección; la sutil agarrada de mechón de cabello, las sonrisitas pícaras y el balanceo suave hacía adelante. Aparté mis ojos de la escena, no era de sorprender si las chicas de Oldstone High se interesaban en coquetearles mientras estuviera soltero, aún así él no era de sacar provecho de aquello.

—Es una perra.

—Haz silencio, Bri —bufé, cerrando mi casillero y me apoyé de él de lado—, Ana me dijo hace unos días que Ashton solo me ve como su amiga, algo parecido a una hermana. Estoy bien con eso.

Claro que lo ultimo debía repetírmelo hasta creerlo.

—¿Y tu le creíste a esa mentirosa? —cuestionó ofendida.

Me encogí de hombros.

—No importa, Brina. Si Ashton ya no quiere estar con Leight y quiere estar con Ana pues no puedo hacer nada. Además, míralos, ellos se ven bien juntos.

—¿Bien? Bien se ven mis tetas sin brasier, no esos dos. Por amor a Jesucristo —blanqueó la mirada e hizo mala cara—, eres demasiado bondadosa para seguir siendo amiga de esa, ustedes no tienen nada en común más que la pasión por las artes culinarias; y no me sorprendería si algún día te roba tus recetas.

—Tengo que ir a clases —vacilé, restándole importancia a sus palabras y me acomodé la mochila al hombro.

—Eres terca —chasqueó antes de que comenzara a alejarme de ella.

Lo más grande que tenía la preparatoria era la pista de hielo donde se jugaban los partidos de hockey porque del resto el edificio era de un tamaño promedio, por lo que llegar al aula de literatura no me costó. Quedaba en el piso de arriba, al final de las escaleras y la segunda puerta a la derecha. Entre clases había un descanso de diez minutos y aún faltaban unos escasos tres para dar inicio con la clase aunque la señora Parker se encontraba sentada en su escritorio y la mitad del aula ya estaba en su lugar.

Avancé mirando a Luke en una de las mesas compartirás del centro, estaba usando la chaqueta deportiva de Oldstone High que no vestía en la mañana, pero no podía culparlo porque el clima estaba muy helado. Estaba concentrado en su teléfono, su ceño arrugado me desconcertó mientras dejaba mi mochila sobre la mesa y ocupaba el sitio junto a él.

 Noches De Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora