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—¿Has peleado con el hijo de Reynolds? —mi papá me preguntó por la mañana mientras desayunábamos—, porque si es así…-

—Papá, déjalo —le interrumpí en un suspiro exhausto, solté el cubierto y me pasé las manos por el rostro—, es mi problema, se un padre normal e ignórame.

—Yo no soy un padre normal —murmuró.

—En efecto —James chasqueó después de beber de su vaso de café.

—No quiero que se metan. Yo tengo que resolver esto.

—¿Pero no es tu primer corazón roto? —vaciló mi hermano, esbozando una sonrisa burlona y todo lo que hice fue mirarle mal.

Tenía la sensación de que papá, muy metido, quería saber exactamente lo que había pasado entre Ash y yo para tomar cartas en el asunto como hizo una vez con un ex novio de Gracie. Recordé como al pobre chico lo esposó a un banco por toda una tarde, y en definitiva por más molesta que estuviera con Ashton, no quería que le hiciera algo así, sin mencionar que era un asunto de nosotros que no le convenía a nadie más.

A James solo le gustaba ver el mundo arder, así que le metía leña al fuego.

—No —respondí antes de llevar un bocado de mi omelette a mi boca.

—Estas poco habladora esta mañana —insistió mi hermano.

—No estoy de humor, James.

—Ay, pero si tu eres un solecito —pronunció para fastidiarme, pinchando con su cuchillo mi mano.

Rodé los ojos y volví a suspirar teniendo una infinita paciencia. Mi teléfono encima de mis piernas vibró, y bajé a la pantalla, un mensaje de Luke había entrado. Anoche después del… impulso, todo surgió normal entre él y yo, como siempre, pero al ver a Kelsey sentí una punzada de culpabilidad por lo que había hecho, habíamos hecho… el beso.

Él hizo como si aquello nunca pasó. Yo también, pero duré más tiempo del que realmente quise con la sensación en mi cabeza y distraída reviviendo por un rato el recuerdo.

Pero eso había sido anoche, mientras Kelsey lo abrazaba diciéndole lo muy talentoso e increíble que era, cosa en la que estaba de acuerdo con ella.

—Okay, pero si te hace llorar…—comenzó a decir mi papá—, no dudes en que me voy a involucrar.

—¿Me ves llorando? —le miré cansada durante unos segundos, antes de colocarme de pie—, terminé, con permiso.

Hice la silla hacia atrás y me dirigí hacia la puerta deslizando mi dedo por la pantalla de mi teléfono para revisar el mensaje.

«Buenos días, boba. Vi este meme y te recordé, dime que te hizo reír»

Justo debajo había adjuntando la imagen de un meme, subí el primer escalón mientras leía y veía la imagen. No me dio risa, no me hizo reír, lo cual era extraño porque a mi casi todo me hacía reír. Tal vez el mal humor era uno solo conmigo esta mañana.

«No funcionó, Lu»

Me guardé el teléfono en el bolsillo de mis tejanos e iba subiendo el último peldaño de las escaleras cuando el timbre sonó.

Ashton.

Miré hacia atrás, sabiendo que papá y James también habían escuchado el timbre y bajé para abrir la puerta antes de que ambos hombres en mi vida se les ocurriera hacerlo. Apresuré, abrí y efectivamente se trataba de Ashton con las manos dentro de sus joggers. No dije nada hasta salir y cerrar la puerta, no haría esto en casa, no con los oídos chismosos y entrometidos de papá y James rondando.

 Noches De Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora