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—¿Iras a la excursión del viernes?

Miré a mi mejor amigo que se acababa de sentar frente a mí en la mesa de la cafetería y en respuesta a su pregunta opté por asentir con la cabeza, Luke sonrió dejando ver la hilera blanquecina de sus dientes y llevó una papa de su bandeja del almuerzo hasta su boca. Estaba emocionado por el viaje que ofrecía la preparatoria para los senior antes de graduarnos, tres días en un viaje de excursión a la montaña, era una tradición de todos los años una semana antes del baile de graduación, en este momento, con el viaje acercándose todos se encontraban emocionados por la excursión y era de lo único que se hablaba.

—Papá ya firmó mi permiso, aunque no muy seguro de querer que vaya —comenté sin despegar la mirada de mi rubio amigo.

—Genial —chasqueó—, quiero hacer esquí y descansar del hockey.

—¡Oh, vamos! —bromeé y me reí suave—, te encanta el hielo.

Luke hizo una mueca, pero no respondió nada. Me atrevi a robarle una papa de la bandeja y la llevé a mi boca, él continuó degustando su almuerzo con gusto, una hamburguesa acompañada por papas fritas y una soda. Mi teléfono vibró sobre la mesa, lo agarré y lei en la pantalla que se trataba de un mensaje de una de mis amigas, al parecer, venia a la cafetería con ganas de comer pizza después de haber salido de su examen de álgebra.

—¡Déjame en paz, Ashton!

—¡No seas dramática, Leight!

De inmediato dejé de ver mi teléfono al escuchar gritos desde una de las mesas en el centro de la cafetería, la misma que estaba designada a las animadoras y los atletas. Fruncí el ceño, observando que Luke también había llevado su mirada a donde la pareja se estaba gritando. El muchacho de cabello rizado y dorado oscuro se colocó de pie dejando la mesa, se veía cabreado y de malhumor.

—¡Eres el peor novio del mundo, terminamos! —gritó furiosa la rubia dentro del uniforme de animadora.

—¡Pues que bien! —gritó de vuelta Ashton, que se dio la vuelta para irse de esa mesa.

Todos los estudiantes en la cafetería estaban mirando la escena, como siempre, la excéntrica pareja de Oldstone High se encontraba siendo el centro de las miradas por el show que habían montado. Fruncí mis labios sin querer decir nada, los ojos de Luke se volvieron hacia mí. Sentí mis labios secos, no podía apartar mis ojos del muchacho rubio que se dirigía hacía esta mesa, era mi amigo, más que mi amigo, él me gustaba mucho pero estaba en una relación que lo consumía y de la cual no quería salir.

Ashton no sólo me gustaba a mi, era por quien muchas en los pasillos de la preparatoria suspiraban. Era todo un rompecorazones pero no tenia ni idea de eso, o al menos, eso es lo que yo creía por sus acciones. Era inalcanzable para muchas y en esas muchas estaba incluida yo.

—Hola chicos —murmuró afable, deteniéndose a la par de Luke y le presté mi atención—, ¿Hay espacio para uno más?

—Por supuesto, Ash. Siempre hay espacio para ti —respondí sincera, dedicándole una sonrisa que fue capaz de devolverme a pesar de la escena que se montó hacía unos segundos atrás.

—¿Problemas en el paraíso? —le cuestionó Luke con burla.

—Ni que lo digas —siseó casi de mala gana y sus ojos me observaron, logrando que mi pulso se acelerara con tan solo mirarme—, estas linda hoy, Lexi.

Mis mejillas se calentaron con su cumplido, sabía que se habian llenado de color y no pude disimularlo pues la palidez de mi piel lo dejó en obviedad y me expuso. Miré a Luke, tenía una ceja arqueada hacia mi y rodó los ojos, él sabia que tenia un enamoramiento hacia Ashton desde primero de secundaria y siempre me reprochaba que era una cobarde por no decirle lo que sentía, y no se si "cobarde" era la palabra para definirme, era muy tímida para confesarle a Ashton lo que sentía por él, aun más, cuando sabia que no le gustaba porqué estaba enamorado de Leight Barthes, su novia desde hacia dos años, con quien terminaba y volvia constantemente en un círculo vicioso del cual sólo ellos dos eran capaces de vivir.

 Noches De Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora