Fiesta tras fiesta, reunión tras reunión, días de piscina y noches de alcohol. Para que mentir, me estaba dejando llevar muchísimo. Casi todas las noches desde la graduación e inicio de verano asistía a una fiesta, no importaba si era día de semana o qué. Papá comenzaba a preocuparse y hasta me había preguntado si había entrado en una etapa de rebeldía, lo cual me causó demasiada gracia en su momento y solo negué con la cabeza riendo mientras abandonaba mi casa porque Paris me había recogido para ir a la casa de Bri donde, ella organizaba una fiesta esa noche.
Peto eso había sido el día jueves, hoy estábamos a sábado. Sábado y en una reunión «tranquila» organizada por Ashton en su casa, y no, no en el apartamento de su abuela donde vivía con ella y la pequeña Zoey, sino en la casa donde creció antes de que sus padres se divorciaran.
Eso, porque John Reynolds estaba fuera del pueblo y su madre se había vuelto a ir no más después de la graduación.
—Hubo una vez…—murmuró Luke al grupo reunido alrededor de la sala mientras una de las chicas, la novia de Garreth, volvía al círculo trayendo una bolsa de cheetos abierta. Él rubio se echó a reír antes de terminar, estábamos contando anécdotas mientras el vodka hacia de las suyas—, esto es divertido, Lexs… ¿lo recuerdas? El incidente de tus pantuflas.
—Ay no —dije haciendo una mueca y sonreí manteniéndola.
Me acomodé en el apoyabrazos de la silla mientras la mano de Ash encerraba mi pierna.
—¡Si! —Luke exclamó, aún riendo.
—¡Pero habla ya! —exclamó Paris, arrugando el ceño—, deja de reírte como retrasado.
—Okay, okay —se detuvo, respirando y otra risa abandonó sus labios antes de aguantarse—, hubo una vez, cuando tenía dieciséis, en el que fui a una fiesta de Hiro… ¿recuerdan a Hiro? Bueno, entonces, bebí mucho y… y, mi oma no podía verme llegar a casa en ese estado. Mis padres estaban fuera de la ciudad y entonces, en mi estado de ebriedad, llegué a la casa de Lexs en vez de ir a la mía.
—¿Y que pasó?
Kels, que estaba sentada encima de sus piernas, preguntó curiosa, echándome una rápida mirada. Brina la miró y volcó los ojos, después sonrió con hipocresía.
—Es que…—Luke rio—, no iba a tocar el timbre porque probablemente David o James me hubieran echado de su casa, entonces subí la enredadera al estilo Troy Bolton a la ventana de Gabriela en High School Musical.
—Detesto High School Musical —chasqueó Paris.
—Y…—volvió a reír, sus carcajadas eran contagiosas.
—En pocas palabras, él terminó vomitando mis pantuflas de pingüino —hice una mueca—, y se quedó a dormir en el sofá de mi habitación.
—Que asco —Bri torció los labios antes de beber de su vaso de vodka.
—Mis pantuflas murieron —dramaticé, exagerando. La verdad es que habían terminado en el recipiente de basura, pero…
—Al día siguiente te compré unas —excusó Luke.
En efecto, lo había hecho. Pero él no fue quien limpió el suelo de mi habitación esa noche.
—Era lo mínimo que podías hacer —le acusé, encogiéndome de hombros.
—Dramática —chasqueó.
—Idiota.
Una sonrisa ladina apareció en sus labios después de calmar su risa y le mostré mi lengua por un fugaz segundo. El grupo pasó a contar otra, de como una vez dejaron a Charles, quien era el portero del equipo, encerrado en las duchas sin ropa para jugarle una broma y Luke fue quien una hora más tarde, le devolvió sus cosas porque la conciencia fue más fuerte que él.
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Noches De Verano
Teen Fiction«A Lexi le gusta Ashton, el mejor amigo de su mejor amigo, a Luke le gusta Lexi, su mejor amiga. El verano después de la graduación llega: el ultimo verano juntos, para ellos y su grupo de amigos. Conforme pasan los días y las noches, los sentimient...