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Encendí el televisor de la habitación del motel en el que nos estábamos quedando por esta noche, no era el mejor de todos, no, la verdad era que tenía un aspecto bastante horrible y no me generaba ganas de pasar la noche aquí, pero ya era tarde y no teníamos más opciones al estar en medio de la nada. Hice Zapping en los canales hasta colocar MTV mientras Luke estaba en el dinner al otro lado de la calle, la cafetería junto a la estación de gasolina donde los camioneros aprovechan a hacer una rápida parada.

Mi estómago rugió con hambre y solté un suspiro mientras iba hacia el sillón donde había dejado el bolso con golosinas, agarré la barra de chocolate que estaba abierta y piqué un cuadrito para comerlo. MTV estaba pasando hits que pegaron en años anteriores, esas canciones que estuvieron en boca de todos y que gustaban a la gran mayoría, mientras me mantenía a la espera de que el rubio volviera con algo para cenar, comencé a bailar por la habitación al ritmo de una canción de Ariana Grande y mi teléfono vibró en mi otra mano.

Miré la pantalla para encontrar tres mensajes de Ashton que ignoré una vez más, segura de que se trataba de largas disculpas por lo sucedido. No iba a permitir que me arruinara este roadtrip, y estaba muy bien sin pensar en él desde que leí algunos mensajes hace dos días en Las Vegas, sobre todo porque si lo traía a mi cabeza iba a entristecer y recordar lo molesta que aún seguía con él.

Apagué mi teléfono y continué bailando mientras lo dejaba caer sobre la superficie del colchón. Suspiré y vi la botella de vodka entre todos los dulces de mi mochila, y la tomé para destaparla y darle un sorbo. Uno tan largo que pasaron segundos y mi garganta quemó cuando el contenido dulzón descendió.

Había dicho que no quería más alcohol en mi vida, pero eso fue en Las Vegas, ahora nos dirigimos a New York: nuevo estado, nuevas ideas.

—Oh, baby, look what you started, the temperature’s rising in here...Is  this gonna happen? Been waiting and waiting for you to make a move.

Dejé salir inspiradamente y di una vuelta sobre mis talones mientras simulaba que la botella de vodka era mi micrófono.

—A little less conversation, and a little more touch my body ‘cause I’m so into you, into you, into you…

—¿Te puedo grabar? —la risita burlona de Luke me hizo abrir los ojos y por poco la botella se me cayó al suelo causando un accidente.

Carajo…

Estaba de pie en el umbral de la puerta y se mordía el labio inferior jocoso, divertido y burlón. Mis mejillas se incendiaron porque había estado haciendo el ridículo hace unos segundos y me sentí como una niña pequeña avergonzada. Pero la vergüenza me duró pocos segundos cuando él avanzó por la habitación y dejó dos bolsas de papel sobre el pequeño tocador de madera. Terminó viniendo hacía mí y tomó mis manos para acercarme a él.

—I’m on the edge with no control and I need, I need you to know… you to know, so baby come light me up and maybe I’ll let you on it, a little bit dangerous, but baby that’s how I want it.

Me sacó una sonrisa tras comenzar a tararear la letra con un poco de inseguridad porque parecía que no se la sabía, me hizo dar vuelta sobre mis pies y quitó la botella de vodka de mis manos para juntar su mano con la mía en un sutil contacto mientras nos movíamos. Tener vergüenza con Luke nunca era una opción porque aquello conducía a que él se me uniera en lo que sea que fuese para que no saliera mi lado introvertido a flote.

—’Cause I’m so into you.

La canción terminó, pero tan pronto lo hizo otra dio inicio y sabía cual era; se trataba de una de Halsey, de quién era gran fan, así que no pude evitar cantar la primera esta estrofa.

 Noches De Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora