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Tres días.

Tres días habían pasado desde que no me hablaba con Luke porque sentía que había traicionado nuestra confianza de una manera grave. Él no mandaba textos, yo tampoco. En el chat grupal hacia como si no existiera, ignorándolo, y él también. Nunca me había molestado con él hasta llegar a esta magnitud, y era porque nunca había hecho algo como involucrarse en mi vida amorosa.

¿Se suponía que debía estar agradecida? Pues no lo estaba, porque si algún día iba a poder salir e iniciar una relación con alguien que me gustara, nadie debía jugar cartas por mi en eso, y él… él lo había hecho.

—¿Entonces Paris y Brina vienen a dormir? —mi papá preguntó, apoyado en el marco de la puerta de mi habitación. Me limité a asentir con la cabeza y él vaciló en su mirada antes de volver a hablar—, ¿no será como la última vez, cierto?

Solté una risita, con mi mejor cara de niña buena.

—No papá, no tenemos planeado salir hoy —le hice saber, aunque estaba dudoso.

Mi teléfono en mi mano vibro, tenía un nuevo mensaje de voz de Paris que no pensaba reproducir hasta que él se fuera. Sería un peligro escuchar un audio de Paris en voz alta sin antes saber que decía, sobre todo por lo random y extraña que podía llegar a ser, y porque nunca sabía que podía salir de sus labios.

—¿Y a qué hora vienen? —preguntó.

—En una hora —respondí.

Mi papá no se veía convencido, no desde la última vez. Sonreí como niña buena, y él frunció sus cejas, pero no dijo nada más al respecto y abandonó mi habitación, al hacerlo, me dejé caer de espaldas sobre la superficie de mi cama y miré mi teléfono para reproducir la nota de voz de Paris que se trataba de ella cantando una canción de Ariana Grande, que ridícula.

Puse los ojos en blanco y estuve por bloquear la pantalla de mi teléfono para dejarlo caer a mi lado cuando una notificación apareció en la parte de arriba y leí el nombre de Ashton en la pantalla.

Ashton…

Después de lo del miércoles en su casa, él vino para hablar conmigo sobre lo que Luke había dicho. Todo fue verdad, todo había sido verdad, su interés en mi comenzó como una sugerencia por parte de Luke, y eso me hirvió la sangre al momento en que me lo dijo.

Habían limites… limites que ninguno de los dos debía sobrepasar, pero él pareció olvidarse de eso.

«Pero estoy agradecido con él de que me lo hubiera sugerido. ¿Quieres saber lo que me dijo? Me dijo que quizás debería salir con alguien que me hiciera bien, que fuera la calma que yo no puedo ser, que saliera con alguien con quien olvidará de lo que sucede a mi alrededor. Yo le pregunté sobre alguien como quien, y fue cuando miró hacía donde estabas tu, sentada en las escaleras junto a Paris, y dijo, alguien como ella, mientras te señalaba con una sonrisa»

—¿Aún no hablas con Luke? —después de una hora de haber llegado y mientras mirábamos un episodio de Sex and The City, Paris preguntó desde la esquina de mi cama.

Yo estaba tirada en  el suelo, literalmente en el suelo, aunque… en realidad era sobre la alfombra. Solté un suspiro y meneé mi cabeza de lado a lado, negativamente. Llevé la barra de chocolate que comía hasta mi boca y di un mordisco.

—¿Puedo opinar? —Brina inquirió.

Deslicé mis ojos hacía ella y asentí con la cabeza. Lo sentía mucho por Carrie Bradshaw porque no le estaba poniendo atención a sus consejos, ni a Miranda cuando hablaba de hombres. Un total desperdicio, puesto que eran personajes icónicos con moralejas y consejos de vida aplicables.

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