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Tal y como Luke había dicho, a eso de la una de la mañana todos se estaban yendo en cuanto la cerveza y el vodka se acabaron. Ashton se ofreció a quedarse para ayudarnos a limpiar, pero Ana apareció pidiéndole que por favor la llevase a casa y él no se negó, entonces al final solo fuimos Luke y yo recogiendo todo y dejando la casa como estaba antes de irnos a dormir después de una hora.

Aquello ocasionó que despertáramos como zombies, él me dejó en casa y fue a la suya. Ni papá ni James estaban en casa cuando llegué. Desperté por completo cuando tomé un baño con agua fría y mi cuerpo terminó de espabilarse en lo que me vestía para ir a clases. Luke me buscó para ir a clases, me avisó por un mensaje que estaba esperándome abajo y fue el impulso que me hizo apurarme, recoger mi mochila y tener prisa para bajar.

La jornada de clases pasó como un día de prisa, y quizás fue el hecho de que Paris y Brina recordaban que iríamos por los vestidos para el baile de graduación por la tarde al salir pero sentí que las clases transcurrieron en un pestañear.

—Mi duda es…—Paris arrastró sus palabras con un poco de sarcasmo y paseó su mirada hasta detenerla en el chico que tecleaba en su teléfono sentado en el sofá en medio de la boutique—, ¿Qué hace Luke aquí?

—Luke siempre va a donde Lexi va —respondió Bri, soltando una risita.

—En efecto —él levantó la mirada—, pero también estoy aquí por si necesitan una opinión masculina.

—Que claramente no necesitamos —aclaró la castaña—, porque no estamos eligiendo vestidos por un chico, lo hacemos por y para nosotras.

Me reí, la manera en que lo dijo, con un toque de ironía y sarcasmo finalizando con dulzura fue divertido. Sobre todo porque Luke levantó sus comisuras y le sonrió causando que ella le devolviera la sonrisa, y ambos se estaban sonriendo a lo que a simple vista parecía amistosamente, pero quienes les conocíamos sabíamos que era una manera de ellos lanzarse flechas filosas para molestarse entre ellos.

Después de clases nos encontrábamos en la boutique del pequeño centro comercial que había en Oldstone.

—¿Qué opinan de este? —Brina llamó la atención, sostenía un largo vestido azul eléctrico metalizado.

—¿Para ti? —escudriño Paris. Ella asintió—, me gusta, esta lindo.

—¿Lindo? —Luke inquirió. Las tres lo miramos—, en mi opinión esta como muy exagerado para tratarse de un vestido para un baile de graduación.

—Haz silencio, Heinrich —le ladró Paris.

Volví a reír, la relación pasivo agresiva de esos dos me divertía mucho, más por el hecho de que a Luke le gustaba llevarle la contraria a Paris y ella siempre debía llevar la razón. Mis dos mejores amigos chocaban entre ellos y si tuviera que elegir un lado, pues… sería una decisión difícil, probablemente solo pasaría de ambos para que ninguno se molestase conmigo.

—¿Cuál es tu presupuesto, Lexi? —me preguntó Paris, yéndose hacía los vestidos. Mis ojos estaban en Luke que había vuelto la atención a su teléfono, por lo que volteé a mirarla.

—Trescientos dólares es lo máximo que puedo pagar por un vestido —respondí.

—Perfecto, estoy segura de que encontraremos algo precioso para ti, uhm… ¿Qué color? —siguió preguntando.

No lo sabia, no tenía ni idea, pero aún así respondí.

—Rojo, o vino.

Y esos colores porque aunque no sabía con certeza lo que estaba buscando, si sabía que no quería nada rosa, nada muy pastel. Los colores claros no eran lo mío de ninguna manera.

 Noches De Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora