CAPITULO 15

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Sus respiraciones eran demasiado agitadas, ninguno decía algo, solo se escuchaba su respiración, salieron de aquél trance al escuchar el teléfono de Betty sonar.

BETTY: Alo, buenas noches

NICOLÁS: Hola Betty. ¿Mamá dice si vienes a cenar con nosotros?

BETTY: He, si, si voy

NICOLÁS: ¿Dónde estás?

BETTY: En mi oficina con mi secretario

NICOLÁS: Bueno, quieres que te recoja

BETTY: No! Yo voy para allá —. Colgó el móvil y cuándo se dió la vuelta, Armando había salido de la oficina, término de guardar sus cosas y salió de la empresa, subió a su auto y manejó hasta la casa de sus padres.

Durante el camino pensaba sobre aquél beso, no entendía que fue lo que la llevó a besarlo. ¿Tal vez lo que dijo Álvaro?

BETTY: Eso es tonto e imposible! —. Respiró profundo y volvió hablar —. Dejemos de pensar en eso y mejor manejó con cuidado

Estacionó el auto, bajo de él y entró a la gran casa de sus padres.

BETTY: Buenas noches, ya estoy aquí

D.JULIA: Hija, que bueno que viniste. ¿Cómo estás?

BETTY: Muy bien mamá, hola papá, Nico, Gaby

D.HERMES: Hola Mija, tome asiento. ¿Dónde estaba?

BETTY: Estaba en la empresa —. Dijo bebiendo un poco de agua, Nicolás se quedó pensando un rato, el sabía que algo pasaba entre aquel chico y su hermana, ya que había recordado lo que vió aquella noche y al ir a ecomoda, pudo reconocer al chico.
Miró pícaro a su hermana y habló.

NICOLÁS: ¿Betty, por cierto, que hacías tan tarde en tu oficina, solamente con tu secretario? —. Betty se atoró con el agua, empezó a toser, mientras Gabriela y su mamá la ayudaban.

D.HERMES: ¿Cómo es eso de secretario y como es que se han quedado los dos solos hasta estás horas? —. Dijo molestó

D.JULIA: Ay Hermes, no sea pesado, la niña ya está grande

D.HERMES: Si, pero es mi deber cuidarla... ya que antes no lo hice —. Dijo en un susurró lo último

BETTY: Bueno si, si tengo un asistente y es hombre, si me quedé con el hasta estás horas fue porque teníamos que revisar unos documentos

D.HERMES: Mija, recuerde que el diablo es puerco

BETTY: Si papá. ¿Cenamos?

D.JULIA: Si, ya traen la cena

BETTY: Gracias Nicolás —. Dijo Betty en voz baja, dándole un pequeño golpe en el brazo, Gabriela la vió y se rió, mientras Nicolás se quejaba.

GABRIELA: Muy bien Betty, para que aprenda a quedarse callado

NICOLÁS: Pero si yo solo tenía esa duda, es que capaz estaban haciendo otra cosa en vez de revisar documentos

BETTY: ¿Qué?¿Que estás hablando? —. Dijo sonrojada al recordar lo sucedido en su oficina

NICOLÁS: Que seguro no estaban revisando documentos y más bien, estaban organizando algunas cosas de la próxima colección —. Dijo riendo

BETTY: ¿Sabes que Nicolás? Mejor quédate callado. ¿Está bien?

GABRIELA: Ay Nicolás, hoy duermes en el sofá

NICOLÁS: Desde que estamos acá, duermo en el sofá

BETTY: Y está muy bien Nicolás, el diablo es puerco

D.JULIA: Betty, Nicolás, dejen de pelear como dos niños y coman

Armando que ya había llegado a su casa, entró a su casa y encontró a doña Anastasia en el sillón.

ARMANDO: Buenas noches, doña Anastasia

D.ANASTASIA: Buenas noches mijo, estaba preocupada por usted

ARMANDO: Si, perdón por no avisar que llegaba tarde, pero es que hubo unos incovenientes en la empresa

D.ANASTASIA: Bueno, ya no se preocupe, vaya a descansar, yo me voy a mi casa

ARMANDO: Descanse, doña Anastasia

D.ANASTASIA: Hasta mañana, mijo —. Salió de la casa y Armando fue a darse una ducha, se puso el pijama y se fue a su habitación.

El móvil empezó a sonar, era Betty, cogió el teléfono y contestó la llamada.

ARMANDO: Alo, buenas noches

BETTY: Hola Armando. ¿Estabas descansando?

ARMANDO: No, aún no. ¿Pasó algo?

BETTY: He no, solo que tenía que decirte algo

ARMANDO: Si, dígame

BETTY: Lo que pasa, es que necesito ir a verla como van los punto de venta en Cartagena... Así que necesito que me acompañes en este viajé

ARMANDO: Disculpé. ¿Cuándo es el viajé?

BETTY: El viernes en la mañana y regresamos el lunes por la mañana

ARMANDO: Está bien, ya veré con quién se queda Mateo

BETTY: No, no es necesario, Mateo puede venir con nosotros, claro, si tú quieres

ARMANDO: Creo que sería lo mejor, asi me sentiría mucho mejor de poder tenerlo conmigo

BETTY: ¿Perfecto, viajamos el viernes?

ARMANDO: Si, cuente conmigo

BETTY: Muchas gracias Armando

ARMANDO: Es mi deber, señorita

BETTY: ¿Volvimos a los formalismos?

ARMANDO: No, perdón, Betty

BETTY: Muy bien, así me gusta —. Dijo riendo nerviosa —. Bueno, es hora de dormir, mañana hay trabajo

ARMANDO: Tienes razón, hasta mañana Betty

BETTY: Hasta mañana Armando, que tengas lindos sueños

ARMANDO: De eso no lo dudes —. Dijo en voz baja —. Que descanse

Betty colgó el móvil y se echó en su cama, aún tenía vivo el momento en su mente, recordaba cada sensación de aquel momento, es que ese hombre le alteraba las emociones, se quitó los lentes, se cubrió con las sábanas y se quedó dormida.

Tenía un sueño hermoso, estaba ella, Armando y Mateo, en Cartagena, reían, jugaban, era tan feliz, pero los fantasmas y recuerdos del pasado venían tras ella.

— Por favor, solucionemos las cosas! —. Decía ella llorando

— ¡Eres tan estúpida! Nada sabes hacer bien

Todo se ponía oscuro y volvía otro recuerdo...

— Ya no! No me toques!

— Tu eres mi mujer y haces lo que yo diga —. Antes de que pudiera hacerle daño, despertó agitada, con el rostro llenó de lágrimas.

Su nana, que la escuchó, fue hasta la habitación de ella y la encontro llorando, mientras se abrazaba así misma, se acercó a ella y la abrazo, mientras le acariciaba la cabeza.

NANA: Ya paso mi niña, es tiempo de olvidar

BETTY: No puedo nana! Hoy volví hablar sobre mi pasado con alguien

NANA: Betty, para avanzar hay que olvidar, dejemos atrás aquellos amargos momentos y pensemos en el presente, en lo que sucede, a quienes conoces

BETTY: Gracias nana —. Le dió un beso en la mejilla y se volvió acostar.


"Encontrar el amor"

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By Morita

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