Armando y Mateo fueron a casa, en lo que Betty se quedaba pensando en sobre quién era aquél niño y como es que la conocía.
ENFERMERA: Señorita, aquí le traje los calmantes que me pidió
BETTY: Gracias —. La enfermera dejo las pastillas en la mesita y salió, Betty tomó las pastillas y se recostó.
Al día siguiente despertó de maravilla, aunque no tenía visitas o eso creía, ya que un bello bobo enamorado, estaba haciendo de todo para que lo dejarán entrar.
ARMANDO: Señorita por favor, déjeme verla
ENFERMERA: Señor, hoy día no hay visitas
ARMANDO: Mire, mi novia no recuerda nada, bueno, recuerda vagamente y yo tengo que ayudarla a que se acuerde de mí —. Decía con la voz quebrada
ENFERMERA: Yo sé señor, pero hoy no hay visitas
ARMANDO: Mire es el único día que puedo venir, trabajo de Lunes a viernes y aparte tengo que cuidar a mi hijo, por favor
ENFERMERA: No señor y no insista —. La mujer se dió la vuelta y Armando aprovechó en ir corriendo hacia el piso en donde se encontraba Betty.
ENFERMERA: Señor, regresé! —. Armando no hizo caso y siguió corriendo, abrió rápidamente la puerta de la habitación de Betty y la encontro recostada en la cama mientras leía.
ARMANDO: Betty!
BETTY: ¿Armando, pero que haces aquí? ¿Paso algo en ecomoda?
ARMANDO: No, necesito hablar contigo, pero primero, tengo que esconderme
BETTY: ¿De quien?
ARMANDO: Digamos que hoy no hay visitas y aún así, me escape y entre, ahora seguridad me está buscando
BETTY: Métete al armario, rápido —. La puerta se abrió y ella fingió sorpresa al ver al hombre de seguridad junto a la enfermera.
ENFERMERA: ¿Señorita, por aquí paso un señor?
BETTY: No, la verdad es que no, yo estaba leyendo mi libró. ¿Paso algo?
ENFERMERA: Si, un hombre burló la seguridad y entró, sabiendo que no hay permiso
BETTY: Ya veo, cualquier cosa yo les digo
ENFERMERA: Gracias y disculpe por interrumpirla
BETTY: No hay problema —. La mujer y el de seguridad salieron, espero unos minutos y cuándo salió del armario tropezó con algo y se calló.
Betty se levantó de la cama y se acercó ayudarlo.ARMANDO: Betty, no puedes hacer fuerza
BETTY: Mendoza, no me he roto un hueso, o bueno, por lo menos ya estoy recuperada
ARMANDO: Igual, vamos a tu cama —. Ambos se levantaron y se acercaron hasta la camilla, Armando la sujetó de la cintura y la cargó para sentarla en la camilla.
BETTY: Gracias ¿Ahora me vas a decir porque estás aquí? —. Dijo nerviosa
ARMANDO: Si —. Se sentó en una silla que había cerca de la cama y habló —. Bueno, cómo sabes, soy Armando Mendoza, tu asistente y también soy más que eso
BETTY: ¿Tú y yo tenemos algo?
ARMANDO: Si, apenas hace un mes iniciamos una relación, yo hice todo lo posible para enamorarte, me convertí en tú admirador secreto, hasta que hicimos un viaje juntos, ahí ambos declaramos nuestro amor —. Decía un algunas lágrimas
BETTY: Nosé que decirte, yo no recuerdo nada... ¿Cómo se que no te estás aprovechando de mi situación? —. Dijo desafiandolo con la mirada
ARMANDO: Bueno, yo no tendría porqué aprovecharme de la situación y aparté, tu mejor amiga sabe sobre nuestra relación
BETTY: Armando, quiero y necesito descansar
ARMANDO: Te entiendo, yo ya me voy,. cualquier cosa puedes llamarme—. Tal vez esperaba que ella le dijera que si, que se acordaba, pero eso iba hacer imposible, ella no iba a recordar de la noche a la mañana, tomaría su tiempo.
Salió cuidadosamente de la habitación y se marchó del hospital.
Betty estaba totalmente confundida.Después de unas semanas, por fin Betty pudo irse del hospital, durante esos días, Mateo la visitaba, ella ya se había acostumbrado a sus visitas, aunque siempre que iba Mateo, había algo que no le gustaba y era la presencia del aquél señor amigo de Betty.
BETTY: Mateo, que Jorge te cargué y nos ponemos a ver una película los tres
MATEO: No, tu cargame
BETTY: Está bien, ven aquí hermoso —. Lo cargó y Jorge se sentó al lado de la camilla, en una silla, sujetando la mano de Betty, a lo que Mateo hacia lo posible para que el no le diera la mano a su mamá.
ENFERMERA: Mateo, ya llegó tu papá
MATEO: Adiós Betty —. Le dió un beso en la mejilla y salió de la habitación sin despedirse de Jorge.
JORGE: Pero que niño para más malcriado!
BETTY: Tu lo haz dicho, es un niño
JORGE: Bueno, yo tengo que regresar a terminar algunas cosas de mi empresa
BETTY: Cuídate —. Jorge se acercó para besarla, a lo cuál Betty volteó el rostro y sus labios se posaron sobre la mejilla de ella —. Adiós
JORGE: Adiós, tu también cuídate... Mañana vengo a recogerte para llevarte a tu casa
BETTY: Está bien, gracias
Al día siguiente...
Betty se estaba despidiendo de los doctores antes de subir al auto de Jorge, minutos después llegó Armando, quién esperanzado había ido a buscar a Betty para llevarla a casa, pero se dió con la sorpresa de que alguien más ya estaba ocupando su lugar, vió como Betty le dió la mano a aquél hombre y subieron al auto.
ARMANDO: Encontrar el amor, fue de lo más hermoso, lo mejor fue que lo encontré contigo —. Puso en marcha el auto y los siguió.
Llegó a la casa de ellos y estacionó en una esquina, Jorge y Betty bajaron del auto, junto a las maletas de ella y entraban en la casa.
No entendía porque ni doña Julia, Nicolás o Marcela, le habían comentado a él, sobre la llegada de aquél hombre.
No quiso seguir ahí, así que subió al auto y se fue hasta su casa, Mateo estaba con su abuela, así que alistó las maletas."Encontrar el amor"
Hola!
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Encontrar el amor ✔️
FanfictionBetty, una mujer de negocios exitosa pero marcada por un pasado doloroso, ha construido una coraza fría para protegerse. Después de sufrir una relación abusiva y engañosa, ha decidido cerrar su corazón al amor. Armando, su dedicado asistente, es un...