Era el primer día de la preparatoria. Conocía ya a algunos de mis compañeros, pero aun así no hablaba con nadie. Las clases transcurrieron de manera normal, excepto por una cosa: al otro lado del salón había un chico que llamó mi atención. Fuera de que no dejaba de ver a aquel chico, las clases siguieron como si nada, primero fue matemáticas, luego química, luego literatura y luego el receso. Mientras rondaba por los jardines, lo vi de nuevo a lo lejos, así que decidí acercarme para verlo mejor.
Ahí estaba ese chico, sentado él solo en una de las bancas de al lado de la cancha de baloncesto. Era bastante lindo, tenía cabello negro, era delgado y se veía muy alto, poseía además una mirada muy seria pero encantadora.
Me armé de valor y fui a saludarlo -Hola, ¿Por qué tan solo?- le pregunté -¿Y tú por qué tan amigable?- me respondió. Su tono de voz era tan serio como sus ojos. Solté una risita tonta y luego me presenté.
-Hola, soy Yeonjun, ¿Cómo te llamas?
-Soobin.
-Mucho gusto, Soobin.
-Igualmente.Me senté a su lado. Lo volteé a ver, vi que estaba comiendo un sándwich de jamón, un jugo y una barra de cereal. Por otro lado, yo sólo traía una dona de chocolate y un cuadrito de leche -¿Entonces, por qué tan solo?- volví a preguntar en el momento preciso en el que Soobin iba a darle un mordisco a su sándwich. Con incomodidad, Soobin apartó el sándwich de su boca, sin haberlo probado siquiera, y respondió a mi pregunta.
-Pues acabo de entrar al escuela y como vivo algo lejos no conozco a nadie.
-Bueno, ya me conoces a mí.
-Sí, eso es bueno.
-¿Estamos en el mismo salón, verdad?
-Sí, así que creo que nos veremos seguido.En ese momento sonó el timbre, teníamos que volver a clases. -Bueno, hay que ir al salón, Yeonjun- dijo Soobin -¿Podemos vernos en la salida?- pregunté -De acuerdo- me respondió. Me sentía feliz porque al fin tenía un amigo en la escuela.
Después de tres eternas horas de clase de computación, por fin llegó la hora de la salida. En cuanto salí del aula de computación me dirigí al baño y luego a la puerta de la escuela. Temía que Soobin se hubiera ido debido a que me tardé un rato en el baño, pero afortunadamente Soobin estaba esperándome. Caminamos juntos durante un rato y mientras lo hacíamos platicábamos. Le conté a Soobin acerca de mi gusto por el K-pop, el anime y las caricaturas; él me dijo que le gustaba la música, leer y escribir. Soobin parecía ser un pródigio. Me dijo que en la escuela secundaria obtuvo el mejor promedio en cada año, además de eso, tocaba el piano y hablaba inglés, francés y japonés fluidos.
Soobin tenía que ir a la parada de autobús, yo por el contrario, debía seguir caminando hasta llegar a mi casa. -Hasta mañana, Soobin- le dije -Hasta luego- respondió.
Al día siguiente nos volvimos a ver. Platicamos durante toda la hora del receso, o bueno, yo platicaba. Soobin no hablaba mucho, pero siempre respondía a todas mis preguntas. Todos los días de esa semana estuvimos juntos en el receso, ya para cuando pasaron tres semanas, Soobin tenía más confianza para hablar conmigo y era una costumbre vernos en el mismo lugar donde encontré a Soobin por primera vez: la banca frente a la cancha de baloncesto.
Conforme fui conociendo a Soobin sentí que algo nacía en mi interior. Un sentimiento comenzaba a florecer como una orquídea en el primer día de la primavera. Pensar en él me provocaba un calor en el pecho que me tranquilizaba y hacia sentirme muy alegre. Sentía enamorarme de él.
Quería compartir mis sentimientos con Soobin, por lo que una tarde de viernes, después de la escuela, fui corriendo a la papelería a comprar hojas de papel, brillantina y un listón. Llegué a casa, saludé a mi madre, me metí a mi cuarto y comencé a escribirle una carta a Soobin. Primero la escribí en sucio, en una hoja de libreta, luego de corregirla la pasé a una hoja de color. Hice una caja y un corazón de origami, además de un dibujo de Finn y la princesa flama (uno de los ships que más me gustan). Doblé la carta y la metí en caja junto con el corazón y unos dulces, finalmente cerré la caja usando el listón haciendo un moño. El dibujo lo puse en un folder que adorné usando la brillantina (no quise ponerlo en la caja porque doblar dibujos está muy mal). Ya estaba listo para confesar mis sentimientos.
Era lunes, puse mi carta y mi dibujo en una bolsa para regalos. Estuve muy nervioso durante las primeras horas del día. El momento del receso parecía que nunca llegaría. Al final llegó la hora de salir. El corazón comenzó a retumbarme en el pecho cuando vi a Soobin, quien me saludó a lo lejos. Fui con él para platicar como de costumbre. -¿Qué pasa, amigo? ¿Cómo te fue?- dijo Soobin -Ah... bien, excelente, ¿Y a ti?- le contesté.
-También estuvo bien.
-Oye, Soobin, tengo algo que contarte.
-También yo.Me tomó un poco por sorpresa que Soobin tuviera algo que decirme, pero me pareció buena idea que él hablara primero, pues así me daba tiempo para calmarme un poco. Lo escuché hablar.
-El sábado, en mis lecciones de piano, una chica que me más o menos me hablaba me dijo que si quería salir con ella, y le dije que sí. La verdad, qué bueno que me habló ella a mí, pues ya sabes que no se me da muy bien eso de acercarme a la gente.
En cuanto escuché lo que Soobin dijo mi corazón se sintió estrujado -¿Y ella te gusta?- le pregunté -En realidad sí me gusta mucho, es muy buena en el piano y también es muy bonita- me respondió Soobin.
Esa primavera que brotaba junto con mis sentimientos por él ahora caía en hojas de otoño. Pensar en él ahora me provocaba una profunda tristeza, Soobin no me correspondía, me sentía muy triste.
-¿Qué es lo que traes en esa bolsa?- me dijo Soobin. Ya no podía darle el regalo, por lo que tuve que mentir -Eh... Es de lo que quería hablarte, una chica me lo regaló en la entrada, pero no sé si corresponderle o no- contesté. Tenía muchas ganas de llorar, y ya no aguantaba más -Espera aquí, es que quiero ir al baño- le dije a Soobin antes de salir corriendo.
Me quedé llorando en el baño el resto del receso. Cuando salí de la escuela no esperé a Soobin. Me fui directo a mi casa y seguí sintiéndome triste. Toda esa semana fue muy incómoda en la escuela. No sé si me enamoré realmente de Soobin o si simplemente fue una ilusión de mi propia mente. En cualquier caso sólo tenía certeza de una cosa: cada que pensaba en él sentía un vacío en mi pecho. Tanto el dibujo como la caja que hice terminaron escondidos bajo mi cama, verlos me hacía sentir como un tonto por creer que tenía una oportunidad con él.
🐢
Ya sé lo que están pensando: ¡¿Dónde carajos está la segunda parte de mi fanfic?!
Dos cosas:
1.Resubí la primera parte aquí debido a que se iba ver bien raro tener ambas partes separadas. Además me di cuenta de una inconsistencia que afectaría mucho en la segunda parte.2. Ya casi está lista la segunda parte, no desesperen. Acabo de entrar a la escuela y como acostumbro a escribir de noche a veces me gana el sueño. 😅😞
De todas formas les prometo tener ya lista la segunda parte antes de que se acabe el mes.
Muchas gracias por leernos.
😗😗❤️
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Drabbles 2 | Soojun
FanfictionHistorias cortas con máximo quinientas palabras. ✓Soojun. ✓Historias totalmente nuestras. @soojunation.