Capítulo 19: Shikoku

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-¡Llegamos!

La voz eufórica de Naruto se hizo escuchar rápida y fácilmente, él, que nunca había salido de Tokio ahora tenía el placer de poder viajar a una de las más maravillosas islas que componían su hermoso país, Shikoku.

Todos sonrieron y empezaron a bajarse uno por uno.

-Hace años que no viajaba en ferry, esto fue genial, lo subiré a internet – dijo Suigetsu mientras sacaba algunas fotos suyas frente al ferry.

-Vamos al ryoukan – escucharon la voz de Gaara, y todos se dispusieron a seguirlo.

No había que negar, que para Sasuke respirar se sintió mucho mejor en ese momento, era tan puro, el aire y la tranquilidad abrazadora, la naturaleza. Había escuchado hablar de Shikoku y cuando escucho al pelirrojo, empezó a investigar, y sin duda ese era el lugar perfecto para un escape, nada de ajetreo, diversión de la buena y unas playas solitarias y hermosas en las cuales descansar.

Sasuke sintió que era lo mejor que podía hacer ahora mismo.

Ahora mismo estaban en la prefectura de Kochi, y el ambiente hacia feliz a Sasuke, sin duda sería un viaje memorable.

El veía a sus compañeros relajados y sonrientes mientras bromeaban de quien sabe que, él se había quedado algo atrás, pero ese sentimiento de no estar siendo apurado lo tenía feliz.

Observo al rubio, que caminaba con su mochila en su espalda, ya que según él, no necesitaba mucho en esa clase de viaje; sus fuertes y acanelados brazos se cruzaron detrás de su cabeza, y sin verle el rostro, Sasuke sabía perfectamente que ese rubio tonto estaba sonriendo.

-¡Oye Gaara! ¿Cuánto falta para que lleguemos? – preguntaba el rubio mientras se quejaba siendo secundado por Kiba.

-No mucho, además no deberían quejarse – les regaño el pelirrojo – después de todo ustedes hicieron que nuestra parada en Hiroshima fuera más larga.

-Pero es que, yo quería ver el lugar de la bomba – comento poniendo ojitos de perrito – tú también te estabas divirtiendo.

Sasuke sonrió, es cierto, que habían tenido que tomar un vuelo hasta Hiroshima, pero al llegar al lugar, los demás se animaron a hacer turismo y terminaron demorándose bastante.

Luego tuvieron que tomar el ferry para poder llegar hasta el lugar.

-Bien, llegamos – todos escucharon la voz de pelirrojo.

Frente a ellos un enorme edificio, para nada tecnológico, más bien parecía de una era antigua, un castillo o algo así, mucho más tradicional de lo que todos esperaban. Pero que ciertamente a algunos hizo muy feliz, amaba lo tradicional, y el poder estar en un maravillo lugar como ese lo haría muy feliz.

Todos entraron al lugar, siendo recibidos por una joven de largos cabellos negros y unos rosados labios, sin mencionar su bello yukata rosa.

-Bienvenidos, a nuestro ryoukan hotel – saludo formalmente mientras hacia una reverencia – mi nombre es Haku y yo seré su guía.

Los demás la reverenciaron del mismo modo y procedieron a entrar al lugar.

-Es un gusto tenerlos aquí, agradezco que hayan estado disponibles para venir a nuestra bella isla – agradeció ante Taka.

-También es un honor tenerlo Hidan-sama, espero que todos disfruten su estancia.

-Tranquilo Haku, no tienes que decirme “sama” – le dijo Hidan mientras se estiraba – quiero olvidar cualquier título que me recuerde que no soy un tipo común.

-Está bien, Hidan-san ¿así está bien? – pregunto mientras ladeaba un poco la cabeza, recibiendo un pulgar en alto por parte del Dj.

-A nosotros también por favor – hablo Sasuke mientras hacia una pequeña reverencia.

-Entendido – respondió dulcemente – Gaara-san estoy muy feliz de que estés aquí, mi esposo esta algo ocupado ahora, pero desea hablar contigo y agradecerles a todos en persona. Pero deben estar cansados, los llevare a sus habitaciones.

Todos asintieron y dejaron que los demás tomaran sus maletas y las llevaran a sus respectivas habitaciones.

Sasuke soltó una risilla, al ver las muecas, al parecer, llenas de alegría del rubio, por haber quedado en habitaciones contiguas. Sasuke le mostro una sonrisa, y volvió a reír al ver el enorme sonrojo en las mejillas del de ojos azules.

Sin duda sería una estancia entrañable.

Abrió la puerta de la habitación, y fue como si un soplo de aire fresco golpeara su rostro.

El suelo con revestimientos de madera, aquel hermoso sofá color marrón, la pequeña mesa de madera frente a este, un pequeño escritorio y un armario y el baño integro que parece perderse en la pared, es totalmente precioso, una mezcla moderna y tradicional que le había cautivado.

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Sasuke dio unos suaves pasos y observo en una esquina su equipaje, y entonces se fijó en la cama, se veía suave e impecable, y perfecta para descansar cómodamente. No se podía obviar aquellos ventanales de vidrio que daban una preciosa vista, gracias a las persianas que las cubrían.

Le pareció aún más encantador, en cuanto se fijó en la puertecilla trasera que podía permitirle el salir y sentarse cómodamente en una silla y ponerse a tocar apaciblemente su guitarra

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Le pareció aún más encantador, en cuanto se fijó en la puertecilla trasera que podía permitirle el salir y sentarse cómodamente en una silla y ponerse a tocar apaciblemente su guitarra.

Abrió el armario y se encontró con un precioso yukata tradicional y lo dejo reposar en la cama, sin duda se daría un baño, se lo pondría e iría en búsqueda de un rico Katsuo para cenar.

Nota: Katsuo o katsuoboshi es un tipo de pez, que cortan en tiras y secan. Acompañan muchos caldos o sirve de relleno.

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