Capítulo 24: Reacciones desafortunadas

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Una ligera luz se colaba por las persianas, dejando así, ver dos cuerpos que desde la noche anterior descansaban en una misma cama, uno de ellos dormía plácidamente, saboreando aquella sensación que tuvo su cuerpo la noche anterior y no deseando despertar de su letargo ese día, el otro, ligeramente abría los ojos, encontrándose frente a frente con el hombre que la noche anterior se había hecho con su cuerpo.

Sus ojos ónix miraron al rubio con confusión, no sabiendo verdaderamente que hacia él en su cama. Sasuke se incorporó para quedar sentado en la cama, entonces pudo apreciar el frio en su pecho, notándose así mismo desnudo.

Todo su cuerpo tembló, ¡No podía ser ¿cierto?!

Se miró así mismo, observo su desnudez, y los rastros de besos que Naruto había dejado por todo su pecho, su pulso temblaba sin precedentes y aun así, llevo su mano hasta la parte de la manta que cubría al rubio y la retiro de su cuerpo, dejando ver aquella acanelada figura, totalmente desnuda, que dormía placenteramente a su lado.

-No puede ser…

Se bajó de la cama con lentitud, ocasionando que un terrible dolor azotara su espalda baja e hiciera temblar sus piernas, inevitablemente cayendo al piso, sacando un ruido algo fuerte, que termino por despertar al rubio.

-Umm ¿Qué pasa? – Pronuncio entre dormido mientras miraba a todos lados, hasta que se encontró con el moreno - ¡Sasuke! ¿Estás bien?

El rubio se bajó de la cama con rapidez, poniéndose de cuclillas, buscando ayudar al moreno.

-¡No me toques! – pero la mano del chico fue rechazada.

-Pero Sasuke yo…

-Esto es tú culpa ¿verdad? – Habló el moreno enfadado – el hecho de que todo me duela, es tú culpa ¿verdad?

-Sasu, lo siento, no quería que te doliera tanto, perdón – se disculpó el blondo – pero prometo que seré más cuidadoso, no te enfades.

-¿Tú crees que habrá otra vez? – hablo con una sonrisa incrédula - ¡Esto no se repetirá! Es tu culpa.

Naruto se quedó callado mientras observaba a Sasuke poner muecas de dolor mientras se levantaba.

-Yo…

-No digas nada Naruto – le pidió el Uchiha – te aprovechaste, eso es lo que me enfada, sabias que estaba borracho ¿Por qué lo hiciste?

-¡Porque tú me lo pediste! – exclamo el rubio haciendo que Sasuke le mirara confundido.

-No sé de qué demonios hablas – musito mientras comenzaba a vestirse.

Entonces Naruto agrando sus ojos, ¡Sasuke no lo recordaba! Él no recordaba lo que le había dicho cuando estaba borracho, él no sabía lo mucho que habían disfrutado la noche anterior.

-Sasuke, espera – intento tomarlo de la mano, pero su toque, una vez más, fue rechazado.

-No Naruto, no me toques por favor – le pidió mientras se terminaba de atar el yukata y se aproximaba hasta la puerta.

-Es que Sasuke, es porque no lo recuerdas, pero nosotros…

-¡No importa! – interrumpió al otro, con sus ojos sintiendo que se llenaban de lágrimas – yo estaba borracho ¡Maldición! Porque no usaste tu sentido común.

-¡Porque yo no soy de piedra! – Aquellas palabras dejaron a Sasuke estático – tú sabes bien todo lo que he estado sintiendo estos días, estar a tu lado me excita mucho, lo sabes, entonces ¿Cómo crees que iba a negarme cuando eras tú quien me lo pedias? Trate, trate pero no pude. Sin importar que estés ebrio o sobrio, nada cambia el que me excites tanto.

El sonido de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora