El sonido de los sentimientos

Capítulo 46: Formas de pedir perdón. Parte II

Sasuke había tenido una idea.

Y de esa idea, ideo un plan. Una forma en que de una vez por todas, frenaría el chantaje al que lo sometía Kimimaru.

Y Naruto había escuchado cada parte con toda la atención que poseía.

Sin embargo para efectuarlo como debía ser, debían contar con el apoyo de sus compañeros de grupo, así que en una promesa silenciosa y acordada, Naruto y Sasuke volvieron a actuar como si se odiaran.

Sasuke le había pedido a Taka que se reuniera, por supuesto, incluyendo a su representante Kakuzu.

Y les conto todo lo sucedido, y explico su plan.

-Muy bien, eso es todo – aseguro Sasuke – se los platico porque ustedes son mi banda, y esta es una decisión que los puede afectar, y no quiero perjudicarlos.

Los otros tres hombres en la habitación guardaron silencio por un momento, y Karin, la única mujer, se acercó a Sasuke y le sonrió.

-Gracias por confiar en nosotros y decirnos algo como eso – hablo la joven – y sobre lo que nos acabas de decir, pues solo te diré, que es hora de poner en su lugar a esos idiotas.

-Yo estoy de acuerdo – declaro Suigetsu – ese imbécil se metió con la banda equivocada, le haremos morder el polvo.

-Que seas feliz es lo importante – aseguro Jugo.

-Gracias – dijo el pelinegro con una pequeña sonrisa, era feliz de tener a unos amigos como esos. - ¿Y tú Kakuzu, que dirás?

El moreno lo miro, y luego observo la hora en el reloj que estaba en su muñeca izquierda, entonces soltó un suspiro.

-Es una decisión alocada, pero que importa, Mercury era bisexual y era increible – hablo Kakuzu – además, será una buena publicidad, semanas de entrevistas, fotos y chismorreo, estarán en todas partes, y es una buena oportunidad para Kurama. Hagan lo que quieran.

Tras decir eso, dio unos pasos hacia la puerta y les dio una última mirada antes de irse.

-Muy bien, entonces parece que todos están de acuerdo – comento Suigetsu – ahora ¿por dónde empezamos?

-Bueno, lo primero sería la canción ¿cierto Sasuke-kun? – adivino la joven.

-Sobre eso – pronuncio el mencionado – también tengo una idea.

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Miro su reloj una vez más, todavía faltaban veinte minutos para la reunión con el abogado, pero él era el tipo de hombre al que le gustaba llegar antes.

Sus pasos iban siguiendo su tranquilo camino, fue a subir en su auto, pero para su mala suerte, casi no tenía combustible.

-¿Quieres que te lleve? – volteo de inmediato consiguiéndose con Itachi el cual le sonreía como típicamente lo hacía.

-¿Qué haces por acá? – pregunto Kakuzu observando a Itachi.

-Dei esta de compras con Naruto y una chica rubia – le conto el Uchiha – Siempre tardan mucho, así que me dispuse a dar una vuelta, y te encontré.

-Gracias – pronuncio cuando observo como su amigo abría la puerta del auto haciéndole la invitación.

Itachi encendió el coche y en cuestión de segundos ya estaba de camino.

Kakuzu miro atentamente al de cabellos largos y al notar que tomaba el camino más largo, supo lo que se venía.

-Adelante – le dijo – dame el sermón que tienes preparado para mí.