El sonido de los sentimientos

Capítulo 43: Familia

Miro a sus amigos, vio a Taka, y se sintió confundido.

Después de que Itachi y Deidara aparecieran, y explicaran unas cuantas cosas más, todos habían sido despedidos con una sonrisa, y cada uno recibió la fecha y la hora en que empezaría el festival y en la que se presentarían.

Ellos habían salido, pero por órdenes de Hidan, terminaron en su hotel, sentados en la sala principal de un pent-house, frente a los miembros de Taka, y no supo porque.

-¿Y qué hacemos todos aquí? – Pregunto Kiba mirando a Taka – yo no quiero estar con estos.

-¿Qué demonios te traes tú? – pregunto Suigetsu enfadado.

-Pues veras, no me gusta estar con unos…

Neji termino por taparle la boca a Kiba y forcejear con él. Debía detener las raciones de odio que tenía el castaño. Él al igual que su pareja Gaara, sospechaban que había algo raro en todo lo que estaba sucediendo.

-Olvídenlo, iré a buscar a Sasuke y nos iremos – comento el guitarrista ajeno, levantándose de su asiento.

-Pues eso no sucederá – todos voltearon a ver a la persona que acaba de entrar por el ascensor. – Itachi y Sasuke están hablando, y creo que tomara un largo rato.

-¡¿Qué?! – pronunciaron desconcertados Suigetsu y Karin. – No, él aún no está preparado para…

-¡Eso no es de tu incumbencia! – Todos se sorprendieron por aquel tono frio y la seriedad con la que Deidara estaba hablando – Ellos son familia, esperar más tiempo solo abrirá la brecha aún más, ellos llevan la misma sangre y llevan el mismo apellido, es hora de que salden viejos rencores y cierren puertas de su pasado que nunca debieron quedar abiertas.

El teñido bajo la cabeza, Naruto lo entendía, él también se preocupaba por Sasuke, pero él rubio mayor tenía razón, era hora de que Sasuke afrontara la realidad de todo, era hora de que hablara con su hermano.

-Bien parece que ahora lo comprenden – pronuncio con tranquilidad en su voz. – ahora, yo estoy aquí por algo más que tan solo ayudar a Itachi, vengo porque quería conocerte a ti, Naruto Namikaze.

Naruto se sobresaltó al escuchar como el otro menciono su nombre, y fijo su azul en el azul contrario. La verdad Deidara se le hacía familiar.

-¿Conocerme a mí? – Pregunto extrañado mientras se rascaba la cabeza - ¿Y eso porque sería?

-Oye, creo que te equivocaste, Naruto no es “Namikaze” como tu dijiste – se adelantó Kiba mientras veía como Gaara salía de la habitación.

-Él tiene razón – lo apoyo Naruto – yo no tengo padres, bueno, no sé quiénes eran, así que no tengo apellido.

-Oh, pero es obvio que si tienes – aseguro con una sonrisa – si tu padre se llamaba Minato Namikaze es obvio que tu lleves su apellido ¿cierto?

-Bueno en eso tiene ra…

Las pupilas de Naruto se agrandaron por la sorpresa ¿su padre? ¿Ese hombre conocía a sus padres? Su corazón se aceleró locamente de tan solo pensarlo.

-¿T-tú conoces a mis padres? – la voz de Naruto salió entrecortada y los nervios hicieron gala en sus manos, las cuales temblaban.

-Claro que sí, yo los conocí hace mucho – aseguro mostrándole una sonrisa enorme al joven – estuve buscándote por mucho tiempo, y quien diría que estarías aquí en Tokio.

Kiba miro sorprendido como Naruto temblaba y sonreía enormemente.

-¿Estás seguro que no te estas confundiendo? – pregunto Kiba una vez más, observando al bailarín, no es que él no quisiera que su amigo descubriera cosas sobre su familia, pero…y ¿si el tipo se estaba confundiendo?, eso lastimaría a Naruto, y con solo ver a Neji, sabía que él también tenía la misma duda.